El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, apostó por la adopción de Bitcoin el pasado mes de septiembre cuando lo convirtió en moneda de curso legal en el país e invirtió mucho dinero en la criptomoneda.

Un año y 107 millones de dólares después y su inversión no está dando frutos: el presidente ha perdido más de 61 millones de dólares en papel de esas compras de Bitcoin, según datos del sitio web Nayib Tracker, y muchos ciudadanos siguen sin utilizarla.

La economía del pequeño país tampoco va demasiado bien. El FMI ha advertido que la economía de El Salvador crecerá sólo un 1,7% en 2023, lo que se sentirá como una recesión.

Pero eso no significa que el presidente Bukele sea impopular. Según una encuesta de CID Gallup publicada el jueves, el mandatario tiene los índices de aprobación más altos de América Latina.

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CID Gallup, una consultora costarricense, encuestó a 1.200 ciudadanos de 13 países latinoamericanos y descubrió que el presidente Bukele era el más popular, con un índice de aprobación del 86%. Bukele obtuvo mejores resultados que los líderes de las principales economías latinoamericanas, como México y Argentina (pero la encuesta no incluyó a todos los países de la región).

Esto puede ser una sorpresa para los observadores políticos de fuera del país, dados los informes de disturbios civiles en El Salvador. El año pasado, los salvadoreños salieron a las calles en varias ocasiones para protestar contra la Ley Bitcoin y la consolidación del poder por parte del presidente.

Y el líder, que una vez admitió que compra criptomonedas en su teléfono mientras está desnudo, ha sido criticado por todos, desde los legisladores de Estados Unidos -que calificaron la Ley Bitcoin de "apuesta descuidada"- hasta el Banco Mundial y el FMI.

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La Ley del Bitcoin de El Salvador exige a las empresas que acepten la mayor criptodivisa si tienen los medios tecnológicos para hacerlo.

El gobierno del país animó a los ciudadanos a utilizar el activo regalándoles los 30 dólares de Bitcoin a través de una cartera digital emitida por el Estado.

Cuando Decrypt visitó el país a finales de 2021, descubrimos que muchos salvadoreños no estaban interesados en Bitcoin y que los negocios eran reacios a aceptarlo.

Pero El Salvador, una nación empobrecida que suele figurar en la lista de los países más peligrosos adel mundo, es supuestamente menos peligrosa bajo el mandato de Bukele.

El excéntrico dirigente inició este año una dura campaña de represión, deteniendo a los presuntos miembros de las bandas y encarcelando a más de 53.000 de ellos.

Esta audaz medida ha sido alabada por los salvadoreños -dicen que el país es más seguro-, pero criticada por los grupos de derechos humanos, que advierten que es insostenible y podría provocar una crisis en las cárceles del país.

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