El Fondo Monetario Internacional (FMI), que supervisa el sistema económico mundial y distribuye préstamos y ayudas a sus 190 países miembros que pagan cuotas, ha intensificado sus llamamientos para que El Salvador abandone el Bitcoin.
Como parte de las reuniones periódicas entre el FMI y cada uno de los países miembros, la organización recopila datos económicos e informa a la junta, que luego discute las áreas problemáticas y las posibles soluciones con el gobierno del país.
Y el FMI cree que el Bitcoin es un problema para El Salvador.
Según las observaciones del organismo internacional al término de la consulta, la economía del país centroamericano se está reduciendo mientras su deuda pública aumenta. Sostiene que el uso de Bitcoin como moneda nacional -como lo hace desde septiembre de 2021- corre el riesgo de detener su recuperación: "La adopción de una criptodivisa como moneda de curso legal, sin embargo, conlleva grandes riesgos para la integridad financiera y del mercado, la estabilidad financiera y la protección del consumidor. También puede crear pasivos contingentes".
La objeción del FMI se remonta a junio, poco después de que el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, anunciara en la Conferencia de Bitcoin en Miami que proponía una ley que obligaría a los ciudadanos y a las empresas a aceptar BTC como pago, a menos que no tuvieran suficiente acceso a Internet para hacerlo. El país había utilizado exclusivamente el dólar estadounidense como moneda desde 2001.
En aquel momento, un portavoz del FMI insinuó que el país no estaba preparado, afirmando que "los criptoactivos pueden plantear riesgos significativos y es muy importante adoptar medidas reguladoras eficaces cuando se trata de ellos."
No obstante, la Asamblea Legislativa no tardó en convertir el proyecto en ley, y tres meses después El Salvador se convirtió en el primer país del mundo en utilizar BTC como moneda oficial.
Should I quit my job at McDonald’s and open a #Bitcoin Burger joint?
— Nayib Bukele 🇸🇻 (@nayibbukele) January 24, 2022
Ya en noviembre, durante el proceso de consulta, el FMI instó de nuevo a El Salvador a dejar de utilizar el Bitcoin como moneda de curso legal, citando la alta volatilidad del precio.
Esto ha entrado en juego, ya que Bukele ha añadido alrededor de 1.800 BTC a la tesorería del país, e incluso compró 410 más ayer mientras el mercado se hundía. Entre septiembre y hoy, el precio del Bitcoin ha pasado de los 50.000 dólares a un récord de 69.000 dólares y ha vuelto a caer por debajo de los 40.000 dólares. El 12 de enero, Bloomberg calculó que El Salvador tenía 12 millones de dólares en pérdidas no realizadas.