Ross Ulbricht, el fundador del extinto mercado Silk Road, ha anunciado a través de un post en Medium que va a subastar una línea de NFTs que detallan diversos momentos de su vida, desde la infancia hasta su paso por la cárcel.

Acuñada en Ethereum, la Ross Ulbricht Genesis Collection se lanzará el jueves en el evento 2021 de Art Basel en Miami. La subasta se llevará a cabo del 2 al 8 de diciembre en la plataforma SuperRare NFT, con la curaduría de Entoptic. La colección incluirá diez artículos de Ulbricht, incluyendo obras de arte, escritos y una animación original del artista digital Levitate, que incluye una locución de Ulbricht.

"Tenía 29 años cuando me arrestaron. De repente, sentado en la cárcel, volví a tener tiempo para dibujar", escribió Ulbricht. "Volví a conectar con mi lado artístico, produciendo ilustraciones que contaban la historia por la que estaba pasando".

Al estar encarcelado desde 2013, Ulbricht no ha participado del todo en la explosión de NFT que se está apoderando de las criptomonedas. El creador de Silk Road escribió que cuando alguien sugirió vender su arte como NFT, que son tokens digitales de propiedad, no tenía ni idea de lo que estaban hablando. Pero con la ayuda de otros, aprendió y comenzó a desarrollarlas.

El sitio web FreeRoss.org, dirigido por la madre de Ulbrich, Lyn, dice que el lanzamiento de los NFTs servirá para recaudar fondos tanto para el apoyo a los presos como para los esfuerzos por la libertad de Ulbricht.

"Hay muchas cosas que podemos hacer con los ingresos de esta subasta", escribió Ross Ulbricht, "pero una idea con la que estoy comprometido es ayudar a los niños a viajar para visitar a sus madres y padres en la cárcel".

En 2011, Ulbricht lanzó Silk Road, un sitio web oscuro donde se podía comprar y vender casi cualquier cosa usando Bitcoin. El sitio comenzó como un lugar para comprar drogas ilegales, pero rápidamente se expandió para incluir armas y otros artículos de contrabando. El sitio web se cerró en 2013 tras la detención de Ulbricht.

En febrero de 2015, Ulbricht fue condenado por conspiración para blanquear dinero, piratería informática, tráfico de estupefacientes y dirección de una empresa criminal. Fue condenado a dos cadenas perpetuas más 40 años.

Ulbricht dice que, aunque su futuro parece sombrío, quiere hacer algo para curar el daño que ve a su alrededor: "La cárcel destroza las familias. Destroza las comunidades. Y los niños son los que sufren".