La Casa Blanca ha publicado hoy un "primer marco integral para el desarrollo responsable de los activos digitales", en el que se exponen las conclusiones y recomendaciones de varios organismos federales tras seis meses de estudio de la industria de las criptomonedas.
La directiva de investigar las criptomonedas se dio en la orden ejecutiva del presidente Biden, firmada en marzo de este año. Al igual que la orden ejecutiva, el "Marco Integral" de hoy no establece ninguna legislación nueva, pero proporciona una visión más clara de la regulación de las criptomonedas en Estados Unidos.
El nuevo marco se basa en la investigación de nueve informes presentados al Presidente desde la orden, y afirma reflejar "la aportación y la experiencia de diversas partes interesadas en el gobierno, la industria, el mundo académico y la sociedad civil."
Sus preocupaciones son amplias, y las recomendaciones incluyen no sólo lo obvio (como la protección de los consumidores, el medio ambiente y la seguridad nacional), sino que van un paso más allá para consolidar el papel de Estados Unidos como líder mundial en criptomonedas, fomentando la innovación y la cooperación del sector privado a nivel internacional.
El marco se desglosa en secciones tituladas "Proteger a los consumidores, los inversores y las empresas", "Promover el acceso a servicios financieros seguros y asequibles", "Fomentar la estabilidad financiera", "Avanzar en la innovación responsable", "Reforzar nuestro liderazgo y competitividad financiera mundial", "Combatir las finanzas ilícitas" y "Explorar una moneda digital del banco central estadounidense (CBDC)".
Las recomendaciones
El marco da luz verde a reguladores como la Comisión del Mercado de Valores (SEC) y la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas (CFTC), para que sigan coordinando sus esfuerzos para hacer cumplir la ley en el sector y para que compartan datos sobre las quejas de los consumidores en este espacio.
El Tesoro de EE.UU. desempeñará un papel activo en la colaboración con las instituciones financieras para ayudar a identificar y mitigar los riesgos cibernéticos mediante el intercambio y el análisis de datos. También se encargará de trabajar con los reguladores para garantizar que las empresas de criptomonedas cuenten con orientación normativa.
El Tesoro extenderá este papel a los aliados de Estados Unidos a través de organizaciones internacionales como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el Consejo de Estabilidad Financiera (FSB).
Se espera que el Tesoro concluya una evaluación del riesgo de financiación ilícita sobre las finanzas descentralizadas para finales de febrero de 2023 y una evaluación sobre los tokens no fungibles para julio de 2023.
El propio presidente Biden tendrá que decidir "si pide al Congreso que enmiende la Ley de Secreto Bancario, los estatutos contra el soborno y las leyes contra la transmisión de dinero sin licencia para que se apliquen explícitamente a los proveedores de servicios de activos digitales, incluyendo exchanges y las plataformas de tokens no fungibles (NFT)".
La hoja informativa de hoy admite que hay "oportunidades" para asegurar que la tecnología blockchain se alinea con "una economía de emisiones netas cero y la mejora de la justicia ambiental."
A principios de este mes, la Oficina de Política Científica y Tecnológica de la Casa Blanca dijo que los mineros de criptomonedas deben reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, y sugirió que el Congreso podría considerar la legislación para "limitar o eliminar" los mecanismos de consenso de alta intensidad energética, en una clara referencia al modelo de prueba de trabajo de Bitcoin.
El informe también menciona "un potencial CBDC de Estados Unidos" citando muchos y profundos beneficios potenciales en la tecnología, la economía, la seguridad y la libertad individual, pero los esfuerzos en esta dirección se limitan a un conjunto de objetivos políticos para un CBDC de Estados Unidos, junto con un "grupo de trabajo interinstitucional" dirigido por el Tesoro "para considerar las posibles implicaciones de un CBDC de Estados Unidos, aprovechar la experiencia técnica intergubernamental y compartir información con los socios."