Sam Bankman-Fried, CEO de la plataforma de intercambio de criptomonedas FTX, ha comprado una importante participación del 7,6% en la aplicación de comercio de acciones y criptomonedas Robinhood, según una presentación realizada hoy ante la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) de Estados Unidos.
La noticia de la compra hizo que las acciones de Robinhood se dispararan más de un 30% en las operaciones posteriores al cierre. En el momento de escribir este artículo, las acciones habían bajado un poco, hasta los 10,72 dólares.
Según la presentación ante la SEC, Bankman-Fried compró algo más de 56 millones de acciones de Robinhood a través de una empresa llamada Emergent Fidelity Technologies; la participación tiene actualmente un valor de unos 600 millones de dólares.
La inversión llega en un momento en el que la fortuna y los ingresos de Robinhood han estado en declive; apenas unas horas antes de la noticia de la inversión de Bankman-Fried en la compañía, las acciones de Robinhood alcanzaron un mínimo histórico de 7,71 dólares.
Las acciones han caído de forma constante desde que alcanzaron los 55 dólares poco después de su salida a bolsa el pasado mes de julio. Desde entonces, los ingresos de la empresa también han ido a la baja. Recientemente, la empresa registró un descenso del 18% en los ingresos del primer trimestre de 2022. Hace tres semanas, despidió al 9% de su plantilla, citando un descenso global de la actividad de inversión ocasional como la razón de la ralentización del crecimiento.
Y, sin embargo, el mismo informe trimestral reveló que en una división, Robinhood estaba experimentando realmente un repunte: las criptomonedas. Mientras que la inversión en activos tradicionales se tambalea, la aplicación vio un aumento del 13% en los ingresos de comercio de criptomonedas en el primer trimestre. Robinhood ha ido ampliando constantemente su oferta de criptomonedas: El mes pasado, añadió Solana, Shiba Inu, Polygon y Compound a la plataforma.
En su presentación ante la SEC, Sam Bankman-Fried declaró que no tiene ninguna intención de cambiar o influir en la dirección de Robinhood, y que compró su participación en la empresa porque "representa una inversión atractiva."
El equipo de comunicación de Robinhood se apresuró a recoger la cita, tuiteando: "Por supuesto que nosotros también pensamos que es una inversión atractiva."