Las transacciones de criptomonedas están ahora sujetas a las leyes fiscales en Argentina, según el Buenos Aires Times.
El gobierno de Argentina publicó ayer un decreto por el que las transacciones de criptomonedas están ahora sujetas a las leyes fiscales de créditos y deudas del país.
Al parecer, el decreto pretende aclarar—y limitar—las exenciones fiscales concedidas a los proveedores de servicios de pago a terceros. Las nuevas normas también confirman que las transacciones con criptomonedas son ahora una actividad sujeta a impuestos.
"Las exenciones previstas en este decreto y en otras normas de similar naturaleza no serán aplicables en aquellos casos en que los movimientos de fondos estén vinculados a la compra, venta, intercambio, intermediación y/o cualquier otra operación sobre activos de criptomonedas", habría dicho el Gobierno de Argentina.
Anteriormente, las transacciones de criptomonedas entre particulares estaban exentas y en Argentina se trataban como si fueran simples transacciones en efectivo.
¿Fuera de Argentina, cómo tratan otros países el tema de las criptomonedas y los impuestos?
No hay un acuerdo global sobre cómo los gobiernos deben abordar las criptomonedas, pero hay varios países que simplemente no gravan las ganancias de las criptomonedas.
Un ejemplo de ello es Bielorrusia, que en marzo de 2018 introdujo una legislación que legalizó la actividad de las criptomonedas en el país. Las inversiones con criptomonedas se consideran "inversiones personales" y, por tanto, están exentas de impuestos.
En Malasia, las transacciones de criptomonedas también están libres de impuestos, porque el gobierno no las reconoce como activos o moneda de curso legal. Sin embargo, los beneficios del comercio activo de criptomonedas pueden considerarse ingresos y, por tanto, pueden estar sujetos a impuestos más adelante.
En Portugal, los ingresos por la venta de criptomonedas por parte de personas físicas son una actividad exenta de impuestos desde 2018. El comercio de criptomonedas tampoco se considera una renta de inversión, lo que significa que el comercio de criptomonedas también esquiva un tipo impositivo del 28%.