Una nueva encuesta de Goldman Sachs ha revelado que un mayor número de family offices están recurriendo a las criptomonedas como posible cobertura contra la inflación, la degradación de la moneda y los acontecimientos macroeconómicos imprevisibles.
En la encuesta participaron más de 150 family offices de todo el mundo. De los encuestados, el 15% ya posee criptodivisas (entre los encuestados estadounidenses esa cifra es del 25%), mientras que el 40% está preocupado por la devaluación de la moneda.
Entre los que están preocupados por la degradación, el 45% tiene curiosidad por explorar las criptomonedas como posible cobertura contra la inflación.
La socia y codirectora de patrimonio privado de Goldman Sachs, Meena Flynn, dijo a Bloomberg que la "mayoría de las familias" están dispuestas a hablar con el banco sobre la tecnología blockchain, ya que creen que podría ser tan impactante como Internet.
Sin embargo, muchos family offices no están del todo convencidos. En el extremo más bajista del espectro, el 47% de las family offices estadounidenses creen que las criptomonedas no son un buen depósito de valor, mientras que sólo el 24% de los encuestados asiáticos opinan lo mismo.
Las family offices tienen fama de ser reservadas. Una family office es básicamente una organización de gestión de activos -como Blackrock o Grayscale, orientada a las criptomonedas-, pero que normalmente sólo administra la riqueza de una sola persona con grandes ingresos y su familia.
De las oficinas familiares que respondieron a la encuesta, el 22% tenía 5.000 millones de dólares en activos bajo gestión, y el 45% gestionaba entre 1.000 y 4.900 millones de dólares.
La encuesta de Goldman Sachs llegó un par de meses después de que publicara un informe de investigación que concluía que las criptomonedas son una clase de activos legítima. En mayo, el banco declaró: "Los clientes e incluso los demás están tratando [al Bitcoin] como una nueva clase de activos, lo cual es notable: no es frecuente que seamos testigos de la aparición de una nueva clase de activos".
Sólo el año pasado, Goldman Sachs había declarado sin ambigüedad que las criptomonedas no eran una clase de activos apta para la inversión.
Un giro como éste, por parte de uno de los mayores bancos del mundo y de sus clientes, es un fuerte indicador de que poco puede frenar la impetuosa marcha de las criptomonedas en el sistema financiero mundial.