Puede que Estados Unidos no esté muy contento con la forma en que Nayib Bukele dirige su país, pero al menos espera que el país latino regule el ecosistema ahora que lo ha adoptado como moneda de curso legal.
Victoria Nuland, la subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos, se reunió recientemente con el presidente Bukele y le recomendó que el gobierno trabajara todo lo posible en la regulación de Bitcoin para evitar posibles delitos asociados a la naturaleza descentralizada de la criptomoneda. "Le sugerí al presidente que, independientemente de lo que El Salvador decida hacer, se asegure de que está bien regulado, que es transparente y que es responsable, y que se proteja de los actores malignos", dijo según declaraciones recogidas por France24.
El Salvador utiliza actualmente el dólar estadounidense como moneda de curso legal tras abandonar su moneda nativa, el Colón. Ahora, con el Bitcoin circulando a la par con el dólar, el estatus legal del BTC tiene un giro importante en el ámbito financiero mundial.
A diferencia de El Salvador, Estados Unidos tiene una postura más escéptica sobre el Bitcoin y las criptodivisas. Las autoridades estadounidenses están preocupadas por varias cuestiones que van desde el impacto medioambiental, la financiación del terrorismo, la manipulación del mercado e incluso el peligro de que las criptodivisas puedan hacer que Estados Unidos pierda peso en el plano geopolítico al debilitar la influencia del dólar estadounidense.
Pero varios factores podrían empujar a El Salvador en una dirección muy diferente a la de Estados Unidos. En primer lugar, el peligro de posibles sanciones tras su giro hacia el autoritarismo permitiría a los salvadoreños disponer de una forma no censurable de recibir sus vitales remesas.
Del mismo modo, la legalización del Bitcoin como moneda de curso legal daría al país exposición al capital extranjero dispuesto a invertir y desarrollar industrias en el país, pero para ello, El Salvador debe fortalecer su sistema legal y adaptarlo a las características del Bitcoin.
La reciente maniobra cripto de Bukele ha generado reacciones encontradas. Por ejemplo, el Banco Centroamericano de Integración Económica está dispuesto a apoyar al país en este empeño, pero el FMI y el Banco Mundial expresaron su preocupación y se negaron a prestar ayuda. Otras entidades como JP Morgan o el BIS se muestran escépticas sobre el futuro y básicamente prefieren esperar a ver qué pasa.
Recientemente, Nayib Bukele dijo a una comisión de gobiernos de países desarrollados que para que su país se pareciera a ellos, tenían que hacer lo que sus gobiernos hacen, no lo que ellos les dicen que hagan.
Y quizás en este sentido, Bukele probablemente no esté haciendo lo que Estados Unidos le dice que haga, sino lo que muchos políticos han considerado hacer en algunos escenarios.