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El broker de criptomonedas en quiebra Voyager Digital subastará sus activos restantes la semana que viene, según confirmó el martes una declaración judicial.
Los licitadores que esperan hacerse con las participaciones de la empresa ya han presentado ofertas, después de que el plazo para hacerlo se ampliara del 26 de agosto al 6 de septiembre.
Según la nueva presentación, el 29 de septiembre se celebrará una nueva audiencia para aprobar los resultados de la subasta.
Los posibles compradores siguen sin ser identificados por el momento, aunque FTX, de Sam Bankman-Fried, ya hizo pública su propia oferta. Los abogados de Voyager la calificaron de oferta "baja".
Según el equipo jurídico del grupo, a principios de agosto había unas 22 partes en conversaciones significativas para presentar una oferta por los activos de Voyager. No está claro cuántas de ellas habían presentado sus propuestas hasta el martes y pasarán al proceso de subasta.
Paralelamente al proceso de venta, Voyager ha estado trabajando para devolver algo de dinero a los clientes. El 5 de agosto, el tribunal de quiebras de Nueva York que lleva el caso aprobó una propuesta para devolver 270 millones de dólares a los clientes afectados.
Otros 1.000 millones de dólares de los fondos restantes de la plataforma se distribuirán a través del proceso de quiebra.
Como parte de este proceso, los usuarios han recibido correos electrónicos con una lista de los tipos y cantidades de criptomonedas en sus cuentas de Voyager.
Aquellos que no estén de acuerdo con el registro de sus tenencias tienen hasta el 3 de octubre para presentar una reclamación.
Voyager no ha respondido a la solicitud de comentarios de Decrypt al cierre de esta edición.
El camino de Voyager Digital hacia la quiebra
Voyager se acogió al capítulo 11 de la ley de bancarrota el 6 de julio de este año, con un pasivo de hasta 10.000 millones de dólares. La negociación ya estaba suspendida desde el 1 de julio.
La desaparición de la empresa se produjo poco después de la quiebra del fondo de cobertura de criptomonedas Three Arrows Capital, al que tenía una exposición de 661 millones de dólares.
"La prolongada volatilidad y el contagio en los mercados de criptomonedas durante los últimos meses, y el impago de Three Arrows Capital de un préstamo de la filial de la compañía, Voyager Digital, LLC, nos obligan a tomar medidas deliberadas y decisivas ahora", dijo entonces el CEO de Voyager Digital, Stephen Ehrlich, en un comunicado.
Otros documentos judiciales mostraron que Alameda Research, de Bankman-Fried, debía a Voyager 377 millones de dólares y le había concedido una línea de crédito de 500 millones de dólares.
Jason Raznick, CEO de la empresa de medios de comunicación Benzinga, se dio a conocer más tarde como otro de los acreedores de la empresa cuando fue nombrado miembro del comité de acreedores no garantizados en el caso de bancarrota.