Indira Kempis, senadora del estado de Nuevo León en México, quiere convertir a su país en el segundo del mundo en adoptar el Bitcoin como moneda de curso legal, aunque las probabilidades están en su contra.
En una entrevista con el Diario El Salvador, la legisladora alabó los atributos de Bitcoin como moneda inclusiva que beneficia a los no bancarizados. Dijo que ha estado consultando con personas conocedoras del activo, y ahora quiere usar su influencia política para promover la usabilidad de Bitcoin en todo México.
"Necesitamos que el bitcoin sea una moneda de curso legal en México, porque si no, si no tomamos esa decisión como lo hizo El Salvador, será muy difícil concretar otras acciones", dijo, y agregó que su estilo es crear leyes que anticipen el futuro en lugar de simplemente arreglar el pasado.
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— Indira Kempis de I. (@IndiraKempis) February 23, 2022
Kempis lleva tiempo inclinándose por el Bitcoin. Tras el anuncio del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, de que el Bitcoin se adoptaría como moneda de curso legal en su país, la diputada formó parte de un grupo de políticos que pusieron ojos láser en sus fotos de perfil para enfatizar las opiniones a favor de la criptomoneda.
Desde entonces, ha estado trabajando en una propuesta para un marco legal favorable a las criptomonedas.
Pero no todo son rosas en el camino para hacer de México una cripto-nación.
En octubre, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, declaró claramente en una conferencia de prensa que su administración no está interesada en adoptar el Bitcoin como medio de pago, y mucho menos en declararlo moneda de curso legal. En cambio, está centrado en fortalecer el sistema financiero del país combatiendo la evasión fiscal.
"Pensamos que debemos de mantener ortodoxia en el manejo de las finanzas (y) no tratar de innovar mucho en el manejo financiero", dijo.
El mandato de López Obrador termina en 2024, lo que significa que la iniciativa de Kempis probablemente tendrá que esperar al menos dos años. Incluso si ese no fuera el caso, Kempis se enfrentaría a grandes dificultades, ya que es miembro del tercer partido de la oposición, Movimiento Ciudadano. Se necesitaría un fuerte apoyo más allá del propio partido de la senadora para que la ley saliera adelante.