En Resumen
- La startup Cognition, creadora del agente de programación Devin, negoció una ronda de financiamiento que superó los $300 millones, valorando la empresa en $10.000 millones.
- Goldman Sachs se convirtió en el primer banco importante que probó Devin a principios de julio, con planes de implementar cientos o miles de estos agentes según los casos de uso.
- Las primeras reseñas describieron a Devin como deficiente en escenarios del mundo real, requiriendo frecuentemente intervención humana o fallando completamente en los benchmarks.
El agente de programación Devin de Cognition tiene mucho dinero detrás, pero aún le queda un largo camino para estar a la altura de las expectativas.
La startup detrás del asistente de IA para programación Devin está negociando una ronda de financiamiento que supera los $300 millones, lo que valoraría a la empresa en $10.000 millones, según fuentes familiarizadas con el acuerdo que hablaron con Forbes.
Founders Fund y Khosla Ventures están participando en la ronda, dijeron las fuentes.
El acuerdo representa un ascenso meteórico para una empresa que apenas existía hace dos años. Solo cuatro meses antes, 8VC lideró una ronda que valoró a Cognition en $4.000 millones. Comenzó el año con una valoración de $350 millones.
Devin irrumpió en escena el año pasado con una demostración viral que mostraba una IA capaz de escribir, probar y depurar código de forma completamente autónoma.
A diferencia de GitHub Copilot u otras herramientas de IA para programación que sugieren fragmentos o completan líneas, la propuesta de Devin era que opera de manera autónoma: clonando repositorios, configurando entornos, corrigiendo errores y desplegando aplicaciones, sin intervención humana.
Cuando se lanzó, obtuvo un 13,86% en el benchmark SWE-Bench para resolver problemas de GitHub sin asistencia, superando el 1,96% del modelo anterior mejor posicionado.
El sistema cuenta con su propia consola, editor de código y navegador web, lo que le permite interactuar con herramientas de desarrollo como un ingeniero humano.
Goldman Sachs se convirtió recientemente en el primer banco importante en probar Devin a principios de este mes, con el director de tecnología de la firma, Marco Argenti, diciéndole a CNBC: "Inicialmente, tendremos cientos de Devins" con el potencial de llegar "a los miles, dependiendo de los casos de uso".
¡Todos obtienen miles de millones!
El frenesí de financiamiento es solo parte de un entusiasmo más amplio de los inversores en torno a la IA. Las startups de IA con sede en Estados Unidos recaudaron $104.300 millones solo en la primera mitad de 2025, una gran cantidad de dinero considerando que las startups de IA recaudaron $104.400 millones en 2024 durante el pico del furor por la IA.
Reportes recientes indican que el financiamiento de IA alcanzó $73.100 millones en el primer trimestre a nivel global, triplicando la cantidad del mismo trimestre del año anterior y representando el 57,9% de todas las transacciones de capital de riesgo.

Sin embargo, el camino no es fácil para Cognition.
Las primeras reseñas de Devin lo describieron como deficiente en su trabajo en escenarios del mundo real, requiriendo frecuentemente intervención humana o fallando completamente en los benchmarks.
The Register reportó que las pruebas independientes mostraron que Devin tenía dificultades con tareas que los desarrolladores humanos encontrarían rutinarias.
Incluso hoy, con los agentes de IA siendo significativamente más poderosos, no es posible decir que un agente de IA sea capaz de igualar el comportamiento humano o ser completamente preciso en tareas básicas todo el tiempo. Las alucinaciones siguen siendo una carga significativa para estos bots.
Pero la promesa de la IA agéntica —sistemas que pueden completar de forma autónoma tareas complejas de múltiples pasos— ha cautivado a Silicon Valley. Microsoft y Alphabet reportan que la IA ya genera aproximadamente el 30% del código en algunos proyectos, indicando que incluso con algo de trabajo requerido, existe potencial en la tecnología.
Los últimos movimientos de Cognition sugieren planes de expansión agresivos. A principios de este mes, la empresa adquirió a su rival Windsurf después de que OpenAI declinara el acuerdo.
"La nueva Cognition trabajará más rápido que nunca", dijo el CEO Scott Wu en un video anunciando la adquisición, enfatizando el enfoque de la empresa en soluciones agénticas.
La valoración de $10.000 millones pondría a Cognition en una compañía selecta entre las startups de IA, acercándose a los niveles estratosféricos de OpenAI ($300.000 millones después de su última ronda) y Anthropic ($60.000 millones).
Sin embargo, a diferencia de esas empresas que construyen modelos fundamentales, Cognition está apostando todo a una sola aplicación: reemplazar a los ingenieros de software de nivel inicial.
Por ahora, Cognition continúa contratando programadores competitivos: su página de Wikipedia señala que los miembros del equipo incluyen a Gennady Korotkevich y Andrew He, ambos reconocidos por sus competencias de programación.
Si sus habilidades pueden traducirse en un producto que valga $10.000 millones sigue siendo la pregunta de los miles de millones.

