En Resumen
- El CNAD de El Salvador exploró con la SEC de EE. UU. un sandbox regulatorio para bienes raíces tokenizados y activos digitales.
- La propuesta permitiría a empresas estadounidenses probar proyectos como tierras tokenizadas o crowdfunding aprobado por la SEC.
- El Salvador busca fortalecer la cooperación con EE. UU. y atraer inversión, mientras acumula $573M en Bitcoin.
La Comisión Nacional de Activos Digitales de El Salvador, o CNAD, podría permitir que empresas estadounidenses experimenten con bienes raíces tokenizados en la nación centroamericana, dijo a Decrypt el jueves, Erica Perkin, abogada en Perkin Law Firm y asesora de CNAD.
La posibilidad surgió durante una reunión entre el Grupo de Trabajo de Cripto de la Comisión de Valores y Bolsa de EE. UU. y CNAD el lunes, que se centró en un llamado sandbox regulatorio entre ambas naciones, según un documento presentado de la SEC.
A principios de este mes, el liderazgo de la SEC señaló que estaba abierto a un terreno de pruebas regulatorias para empresas estadounidenses, específicamente involucrando activos tokenizados, que pueden representar acciones, bonos o en este caso, "un proyecto inmobiliario a pequeña escala en El Salvador".
La reunión, que también mencionó cómo El Salvador ha "atraído a jugadores de primer nivel", como el emisor de la stablecoin Tether, se llevó a cabo en respuesta a una declaración hecha por la Comisionada de la SEC, Hester Peirce, en febrero, dijo Perkin. Agregó que las discusiones preliminares fueron emocionantes, dada la disposición de la SEC para escuchar a los reguladores de una nación más pequeña.
“Han trabajado arduamente para crear y mantener un ecosistema de activos digitales que brinde una sólida protección al consumidor, al tiempo que permite la innovación en activos digitales”, dijo Perkin. “CNAD escuchó el llamado de la Comisionada Peirce a un diálogo sobre un sandbox transfronterizo y está lista para proporcionar datos prácticos y casos de uso del mundo real que puedan ayudar mejor al Grupo de Trabajo de Cripto.”
Perkin dijo que su equipo incluye al presidente de CNAD, Juan Carlos Reyes, y a una ex socia de Goldman Sachs, Heather Shemilt. Carmen Elena Ochoa de Medina, una ex reguladora de CNAD, también está involucrada en la iniciativa, dijo Perkin.
Ni la SEC ni CNAD respondieron de inmediato a una solicitud de comentarios de Decrypt.
Peirce escribió en una publicación de blog hace meses que "considerar formas de facilitar la experimentación transfronteriza a pequeña escala y en un marco temporal limitado" estaba entre las iniciativas en las que estaba trabajando el Grupo de Trabajo de Cripto, con el potencial de "enfoques a largo plazo".
Perkin dijo que la CNAD delineó una "oferta generosa" sobre cómo estructurar dicho sandbox, subrayando que con la aprobación de la CNAD, potencialmente estaría "abierto a empresas estadounidenses".
La conversación de la SEC con la CNAD se centró en dos escenarios para un programa piloto centrado en criptomonedas: uno que involucra una plataforma que permitiría a los inversores comprar acciones tokenizadas de tierras, y otro que implica "financiamiento colectivo permitido por la SEC" para empresas pequeñas.
El sandbox fortalecería los lazos entre Estados Unidos y El Salvador, fomentando la armonización regulatoria global, y potencialmente desbloqueando una clase de activos de un billón de dólares, según se indica en la presentación ante la SEC, que detalla la propuesta de El Salvador para el sandbox transfronterizo.
La propuesta sigue a una reunión entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, a principios de este mes. Los dos no discutieron públicamente su aprecio compartido por Bitcoin, mientras que la controversia en torno a un hombre de Maryland que fue deportado erróneamente a El Salvador acaparó la atención.
Estados Unidos ha adoptado una postura favorable a las criptomonedas bajo Trump, pero El Salvador ha estado experimentando con Bitcoin durante años. Además de hacer que Bitcoin sea de curso legal, ha explorado utilizar energía de volcanes para minar el activo, al mismo tiempo que cultiva una reputación como destino turístico entre los devotos de Bitcoin.
El país ha estado acumulando Bitcoin desde 2021, reflejando las ambiciones de la Reserva Estratégica de Bitcoin de Trump, que puede usar aranceles como forma de financiar compras de Bitcoin. El gobierno de El Salvador actualmente posee $573 millones en Bitcoin, según datos de la plataforma de análisis de criptomonedas Arkham Intelligence.
En marzo, Bukele rechazó las condiciones establecidas por el Fondo Monetario Internacional para un préstamo de $1.400 millones, lo que efectivamente requeriría que El Salvador dejara de comprar Bitcoin. Las billeteras de la nación centroamericana siguen recibiendo consistentemente Bitcoin, incluso hasta el miércoles pasado.
Editado por James Rubin