El economista Nouriel Roubini, que se ha hecho famoso por odiar las criptomonedas, ha empezado a trabajar en un token que será "un dólar más resistente."
Roubini y su equipo en Atlas Capital Team LP dijeron que reconocen que el estatus de moneda de reserva del dólar estadounidense podría estar en riesgo porque el país "imprime demasiado dinero y los adversarios comienzan a desdolarizarse", haciéndose eco de las preocupaciones generalizadas sobre la inflación.
Atlas Capital, de la que Roubini fue cofundador y se incorporó como economista jefe hace dos años, se asociará con el desarrollador de Web3 Mysten Labs, respaldado por Andreessen Horowitz, para desarrollar la tecnología del "Dólar optimizado para el oro de la gobernanza soberana unida".
"Nuestro objetivo es crear un depósito de valor global", dijo a Bloomberg el cofundador y CEO de Atlas, Reza Bundy. "Esto es algo parecido a un sustituto de los bonos del Tesoro, o un activo digital que tiene características de pago en él".
Más allá de crear un billete verde a prueba de inflación, Roubini también está interesado en que un activo estable llegue a más manos en todo el mundo.
"Hay una oportunidad de inclusión financiera", dijo Roubini a Bloomberg en una entrevista, "en la que [la gente] carece de exposición al dólar y tiene la necesidad de un valor portátil estable que sustituya el valor decreciente de su propia moneda local."
Y aunque los detalles técnicos son escasos, con Atlas Capital escribiendo en una nota que no está seguro de cómo serían las monedas digitales de los bancos centrales (CBDC), la firma está segura de que "el futuro del dinero es digital y se aleja del efectivo (billetes y monedas)."
Atlas Capital aún no ha respondido a la solicitud de Decrypt de comentarios o de una copia de la nota.
Roubini cambia el (cripto)guión
Es un sorprendente y repentino cambio de opinión de Roubini, que ha pasado años desacreditando públicamente a Bitcoin, Ethereum y la tecnología blockchain, diciendo que "no es mejor que una hoja de cálculo."
El economista llegó a pronunciar un discurso de 37 páginas en el que elaboraba sus puntos de vista anti criptomonedas durante una audiencia del comité bancario del Senado de Estados Unidos en 2018.
Ese mismo año, publicó un ensayo argumentando que las CBDCs destruirían a las criptomonedas, que según él "no son escalables, baratas, seguras ni realmente descentralizadas."