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En el marco de una investigación sobre el colapso de la plataforma de criptomonedas FTX, las autoridades de Turquía han confiscado los activos de Sam Bankman-Fried y otros afiliados, según anunció el miércoles el Ministerio de Hacienda de ese país.
También se ha abierto una investigación sobre las denuncias de fraude contra el ex director general de FTX, Bankman-Fried, según el comunicado.
La medida se produce después de que la semana pasada se iniciara una investigación sobre el colapso de la bolsa, que dirigía una filial local llamada FTX Turkey.
Junto con FTX, la agencia también está investigando a personas y empresas asociadas con el intercambio, incluyendo instituciones financieras y proveedores de servicios de criptoactivos.
Ambas investigaciones, iniciadas en virtud de las leyes contra el blanqueo de capitales del país, están dirigidas por la Junta de Investigación de Delitos Financieros del país (MASAK), un departamento dependiente del Ministerio de Hacienda y Finanzas.
El gobierno turco añadió los intercambios de criptomonedas a la lista de entidades sujetas a las regulaciones del país contra el lavado de dinero y la financiación del terrorismo (AML / TF) en mayo de 2021.
La implosión de FTX
FTX, que una vez fue el tercer mayor intercambio de criptomonedas por volumen de operaciones, solicitó la protección de la bancarrota del Capítulo 11 en los Estados Unidos el 11 de noviembre, después de tener problemas de liquidez, y ahora está bajo administración voluntaria.
La exchange utilizaba supuestamente el dinero de los clientes para hacer apuestas de inversión arriesgadas a través de Alameda Research, una empresa de trading fundada por Bankman-Fried.
Bankman-Fried dimitió CEO también el mismo día y actualmente se encuentra en las Bahamas, donde sus padres y los altos ejecutivos de la fallida exchange de criptomonedas supuestamente compraron propiedades por valor de 121 millones de dólares utilizando los fondos de los clientes.
A principios de esta semana, el juez que supervisa el caso de FTX acordó trasladar formalmente un caso de bancarrota del Capítulo 15 presentado por los liquidadores de Bahamas de Nueva York a Delaware, manteniendo los nombres y direcciones de los 50 principales acreedores -con un valor aproximado de 3,1 mil millones de dólares- redactados.
Según James Bromley, abogado de la nueva dirección de FTX, había una "falta de controles corporativos" en la bolsa, y Bankman-Fried utilizaba FTX como su "feudo personal".