En Resumen
- La semana pasada, DOG, la principal memecoin de Bitcoin, activó un puente hacia Solana, permitiendo que los usuarios intercambiaran versiones envueltas del token en esa red.
- Leonidas, el creador seudónimo de DOG, defendió la expansión argumentando que Bitcoin también creció al llegar a más personas, comparando la estrategia con la de BTC.
- La llegada de DOG a Solana coincidió con una semana turbulenta en el ecosistema de memecoins, marcada por el colapso de Libra y la atención mediática sobre fraudes en el sector.
Di lo que quieras sobre los maximalistas de Bitcoin y los comerciantes acérrimos de Runes: suelen ser bastante consistentes cuando se trata de cuestiones de lealtad.
Entonces, ¿por qué la principal memecoin de Bitcoin acaba de expandirse a Solana?
A principios de la semana pasada, el token basado en Bitcoin DOG•GO•TO•THE•MOON—más conocido como DOG— anunció planes para crecer más allá de su red nativa, a través de un puente bidireccional hacia Solana creado por Mine Labs. El miércoles el puente se activó, lo que significa que los usuarios de Solana ahora pueden comprar y vender tokens envueltos que representan cada uno a una moneda DOG correspondiente bloqueada en la red de capa 1 de Bitcoin.
Después de meses de actividad deprimida y fortuna decreciente para el ecosistema de memecoins de Bitcoin, ¿podría este movimiento señalar algún tipo de capitulación? Leonidas, el creador seudónimo de DOG, está firmemente en desacuerdo.
“Esto pone botones de compra de DOG frente a más personas”, dijo Leonidas a Decrypt. “BTC no se convirtió en un activo de $2 billones haciendo que la gente descargue una billetera de Bitcoin. DOG solo está siguiendo los pasos de BTC”.
Por como lo ve el creador de la moneda y evangelista de BTC, simplemente está llevando productos relacionados con Bitcoin al centro del zeitgeist, como tantos antes que él lo han hecho. Y mientras que esos centros de acción alguna vez fueron exchanges centralizados como Coinbase, ahora son las aplicaciones DeFi de Solana las que están en auge.
Resulta que la introducción de DOG a Solana llegó durante una semana particularmente caótica para la red centrada en memecoins. Pocos días atras, el presidente argentino Javier Milei se vio envuelto en controversia después de respaldar a Libra, un token de Solana que subió por encima de los $4.333 millones antes de desplomarse, estafando a clientes minoristas y enriqueciendo a personas con información privilegiada en el proceso.
Mientras tanto, el fundador de Barstool Sports, Dave Portnoy, ha atraído mucha atención por bombear y descargar varias monedas de Solana y atraer a su enorme base de fans a unirse.
Probablemente, no sea coincidencia que incluso la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) del presidente Donald Trump, cada vez más amigable con la industria, eligiera el jueves para anunciar una nueva unidad de lucha contra el crimen dedicada específicamente a erradicar el fraude relacionado con el ecosistema cripto.
Tampoco es casualidad que DOG decidiera saltar a la batalla de memecoins de Solana en medio de todo este caos. Leonidas dice que si el token se hubiera expandido incluso hace un mes, la narrativa “habría caído en oídos sordos”.
“Debido a los recientes acontecimientos en torno a Libra, la comunidad de Solana está comenzando a tener una conversación sobre la importancia de los lanzamientos justos, y DOG está contribuyendo a esa conversación”, dijo Leonidas. “La gente quiere comprar memecoins transparentes y bien distribuidas como DOG más que nunca”.
A diferencia de muchas memecoins populares, DOG no tiene un equipo oficial, ni a ninguno de sus creadores se les asignaron partes destinadas del suministro del token. El espíritu del proyecto, en la típica moda de Bitcoin, es decididamente pro-descentralización y ferozmente escéptico de los tokens rivales dominados por insiders que han ganado exposición mainstream pagando tarifas de listado a menudo exorbitantes a intercambios centralizados.
DOG, que casi tocó una capitalización de mercado de $1.000 millones en diciembre, pero que desde entonces ha caído por debajo de una valoración de $300 millones en los últimos días, está disponible solo a través de intercambios centralizados selectos, y no los gigantes como Coinbase o Binance, o incluso Robinhood.
Quizás sea porque la mayoría de los exchanges aún no se han visto tentados por los Runes de Bitcoin, que han confundido a algunos posibles comerciantes con sus complejidades. Quizás también sea porque DOG se niega a jugar al juego de las tarifas de listado.
De cualquier manera, para Leonidas, la expansión de DOG a Solana marca el comienzo de una búsqueda para llegar a las masas directamente donde están, y en ese sentido, encaja perfectamente con la misión central de Bitcoin.
“Abrazaremos un futuro en cadena donde no necesitemos pedir permiso a nadie para que DOG sea negociable”, dijo el desarrollador.
Editado por Andrew Hayward
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