En el centro de la última huelga de escritores se encuentra una pequeña cláusula que gira en torno al uso de inteligencia artificial. Específicamente, se busca evitar que las máquinas escriban cualquier "material literario". Y a partir del lunes, los estudios han rechazado la propuesta, según el Sindicato de Escritores de América del Oeste (WGA). El WGA es uno de los sindicatos más grandes del mundo del entretenimiento, actuando en nombre de escritores en todo Estados Unidos.

Desde el comienzo del mes, más de 11,500 escritores han intercambiado sus plumas por pancartas mientras que el WGA intentaba negociar para mantener las salas de escritores, la duración del empleo garantizada, mejores regalías ante el aumento de los servicios de streaming y, por supuesto, limitar el uso de la IA en la industria.

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"Estamos luchando para evitar que los streamers y los estudios conviertan la escritura en un trabajo temporal", dijo el comediante y escritor Adam Conover en el primer día de huelga. "Están tratando de quitarnos nuestros trabajos y emplearnos un día a la semana como si fuéramos conductores de Uber. Estamos luchando por la justicia".

La huelga también apunta al aumento de la inteligencia artificial, pidiendo salvaguardas contra el uso de la IA en la generación de contenido.

Las condiciones de la WGA exigen que los estudios "regulen el uso de la inteligencia artificial en proyectos cubiertos por el MBA: la IA no puede escribir o reescribir material literario; no puede ser utilizada como material fuente; y el material cubierto por el MBA no puede ser utilizado para entrenar a la IA".

Un MBA se refiere al acuerdo de negociación mínima, que cubre los beneficios y derechos de los escritores dentro de la WGA.

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Según las negociaciones públicas, los estudios han rechazado la propuesta y han contraatacado "ofreciendo reuniones anuales para discutir los avances en tecnología".

Regule la IA 'antes de que sea demasiado tarde'

Las implicaciones legales de la IA en la industria del entretenimiento añaden otra capa de complejidad.

Leigh Brecheen, una abogada de entretenimiento con sede en Los Ángeles en la firma Brecheen, Feldman, Breimer, Silver & Thompson LLP, lo llamó "tanto un campo minado como una nueva frontera".

"El sistema legal no está diseñado teniendo en cuenta la IA. Por ejemplo, no se puede proteger con derechos de autor una obra que no haya sido escrita por un humano", dijo a Decrypt. "Esto plantea muchas preguntas sobre cómo se puede proteger la propiedad intelectual y cuándo se supera el umbral de la creación humana frente a la de la IA".

También es fácil olvidar lo rápido que está mejorando esta tecnología. Mientras muchos se burlan de la posibilidad de que la IA reemplace por completo a los escritores, la verdad es que nadie parece saber realmente cómo se desarrollará esto.

El jefe de la misma firma de abogados de Hollywood, Richard Thompson, llegó incluso a preguntarse si la WGA alguna vez aceptaría a una IA como miembro del sindicato.

"No creo que eso suceda nunca, pero me hace dar vueltas la cabeza pensar en cómo podría funcionar y lo que podría significar", dijo a Decrypt. "Existe un riesgo real de que en unos pocos años, no se necesiten humanos".

Definir qué términos se deben utilizar para la IA es clave, dijo Thompson, para que no sea "demasiado tarde".

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Si bien el atractivo de la tecnología de inteligencia artificial es innegable, es esencial recordar que en última instancia, son las vidas humanas las que se ven afectadas.

"El mayor desafío para todos nosotros es encontrar formas de mantener nuestra humanidad. No podemos permitirnos convertirnos en esclavos de ninguna tecnología o ideología", dijo. "Si nos enfocamos en el florecimiento humano como nuestra piedra angular, tenemos la oportunidad de superar estos desafíos hacia un mundo mejor al otro lado".

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