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La Cámara de Diputados de Brasil aprobó un marco regulatorio que legaliza el uso de criptomonedas como medios de pago en el país.
El documento signado bajo el código PL 4401/2021 prevé la inclusión de las monedas virtuales y las recompensas de programas de viajeros frecuentes de las aerolíneas (las populares "millas") en la definición de "acuerdos de pago" bajo la supervisión del Banco Central.
La ley, que ya es aprobada y sólo requiere de la firma del presidente de la República para ejectuarse, le brinda carácter legal a los pagos en criptomonedas por bienes y servicios pero no les otorga carácter de monedas de curso legal.
Brasil ha avanzado bastante en materia de regulación de las criptomonedas y adopción entre inversionistas. Actualmente es el país con más ETFs de criptomonedas en américa latina, y la mayoría de los principales bancos del país ofrecen algún tipo de exposición a inversiones en criptomonedas o servicios similares.
Tras su ejecución, le corresponderá al ejecutivo nacional la determinación del órgano encargado de supervisar la materia. Hasta hoy, los organos públicos más involucrados en el área han sido el propio Banco Central del país y la Comisión Nacional de Valores. Además, la ley establece reglas para el funcionamiento de las plataformas de intercambio de criptomonedas, así como los servicios de custodia y administración de criptomonedas por parte de terceros de confianza.
La ley no menciona disposiciones relativas a la emisión de una moneda digital de banco central, sin embargo, el país ya ha realizado avances importantes en la materia.
Entre los aspectos más importantes de la normativa se menciona la separación patrimonial que deberán tener las plataformas para no confundir sus fondos con los de sus clientes como una forma de proteger a sus clientes de una situación similar a la de FTX, donde la plataforma usó los fondos de sus clientes para sus propias operaciones financieras.
Pero no todo fueron rosas. La ley evitó una disposición que otorgaba beneficios impositivos a los mineros de criptomonedas y reconoció también que las monedas digitales facilitaban las operaciones criminales por su carácter pseudónimo, llamando a un "monitoreamiento más de cerca" sobre la industria