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El vicegobernador del Banco de Inglaterra, Sir Jon Cunliffe, ha ponderado la necesidad de que los reguladores establezcan fuertes salvaguardias para los consumidores tras la crisis de FTX, según un discurso que ha pronunciado esta mañana en una conferencia sobre DeFi y criptomonedas.
Cunliffe dijo que uno de los catalizadores del histórico colapso de FTX "podría haber sido una corrida de su criptomoneda, FTT", que no tenía "ningún valor intrínseco" y que no debería haber sido aceptada "como garantía para préstamos y pagos de márgenes, como hay indicios de que puede haber ocurrido con FTX", porque hacerlo "crea un riesgo extremo".
"Además, la protección de los fondos de los clientes es crucial", dijo, aludiendo indirectamente a los informes de que el director general de FTX en ese momento, Sam Bankman-Fried, estaba manejando mal los fondos de los clientes para ejecutar operaciones de alto riesgo.
Cunliffe señaló "pruebas limitadas" de que el colapso de FTX provocó una migración de los consumidores a las bolsas descentralizadas (DEX), pero dijo que "aún no está convencido de que los riesgos inherentes a las finanzas puedan gestionarse eficazmente" solo con el código de la cadena de bloques, que no ha demostrado solidez y resistencia "a escala y en el tiempo".
También argumentó que no está claro hasta qué punto las finanzas descentralizadas (DeFi) están realmente descentralizadas, ya que "detrás de estos protocolos suelen sentarse empresas y partes interesadas que obtienen ingresos de sus operaciones."
¿La respuesta? Regulaciones.
Sin embargo, en su discurso, Cunliffe estuvo lejos de ser un "nocoiner". Elogió a la cadena de bloques por dotar a la tecnología financiera de innovaciones que, en su opinión, se convertirán en una parte más importante de nuestra vida cotidiana, como "la tokenización, el cifrado, la distribución, la liquidación atómica y los contratos inteligentes".
También mencionó el Proyecto de Ley de Servicios y Mercados Financieros, una nueva pieza legislativa actualmente en el Parlamento que pretende ampliar la regulación existente del Banco de Inglaterra y la Autoridad de Conducta Financiera (FCA) para cubrir el uso de stablecoins como medio de pago.
Cunliffe dijo que los reguladores del Reino Unido tienen la intención de consultar el marco "a principios del próximo año" y que las stablecoins "deberían cumplir normas equivalentes a las que se esperan del dinero bancario comercial".
Sobre el tema de una stablecoin con paridad en libras esterlinas emitida por el Banco de Inglaterra (también conocida como CBDC o Govcoin), Cunliffe dijo que el banco central está trabajando en ello y pretende publicar un informe consultivo hacia finales de año en el que se expongan los próximos pasos propuestos.
Cunliffe admitió que la crisis de FTX dio alas tanto a los escépticos como a los defensores de una Govcoin británica, pero dijo que hay muchas motivaciones para llevar a cabo el proyecto.