En Resumen

  • Michael Lewis, autor de "Going Infinite", argumentó que Sam Bankman-Fried no tenía "el carácter de un ladrón" en un artículo de The Washington Post.
  • Lewis explicó que el crimen de Bankman-Fried era coherente con su carácter insensible al riesgo, incapaz de sentir el riesgo él mismo y de imaginar que otros lo sintieran.
  • El autor defendió su libro como una "descripción más completa de los eventos" que permitiría a los lectores emitir un veredicto más matizado sobre Bankman-Fried.

Michael Lewis, autor de "Going Infinite", un relato del auge y la caída de Sam Bankman-Fried, ha argumentado que el deshonrado fundador de FTX no tenía "el carácter de un ladrón" en un nuevo artículo de The Washington Post.

"Su crimen era coherente con su carácter. El carácter no era el de un ladrón. Era el carácter de una persona insensible al riesgo", explicó Lewis en los párrafos finales de un ensayo de 4.500 palabras adaptado de una nueva introducción a su libro. "[SBF era] Incapaz de sentir el riesgo él mismo, realmente no puede imaginar que otras personas sientan mucho sobre el riesgo al que las ha sometido. Es esta ausencia en él lo que lo lleva, cuando se le presenta de cierta manera, a parecer vulnerable."

El autor estadounidense Lewis se hizo famoso con el libro "Moneyball: El arte de ganar un juego injusto", que perfilaba al equipo de béisbol de los Oakland Athletics, y "La gran apuesta: Dentro de la máquina del juicio final" que documentaba la acumulación y explosión de la burbuja inmobiliaria de EE. UU. Ambos libros fueron posteriormente adaptados en películas protagonizadas por Brad Pitt.

Para "Going Infinite," Lewis consiguió la historia de su vida: el autor estuvo de manera inseparable junto a Bankman-Fried durante seis meses, preparando un perfil del jefe de FTX, antes del colapso repentino del exchange. Pero su libro enfrentó una reacción negativa al ser publicado, ya que los críticos apuntaron al autor por "adular" a Bankman-Fried y desarrollar un "punto débil equivocado" por el estafador.

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En su artículo del Washington Post, Lewis defendió su libro como una "descripción más completa de los eventos," que "podría permitir a un lector emitir un veredicto más matizado que 'inocente' o 'culpable'."

Bankman-Fried fue condenado a 25 años de prisión en marzo después de ser encontrado culpable de siete cargos de fraude que incluyen lavado de dinero y conspiración. Se descubrió que el jefe de FTX había desviado más de $8.000 millones de fondos de clientes, utilizándolos para financiar desde inversiones de riesgo en empresas emergentes hasta patrocinios a atletas famosos como Tom Brady.

Lewis reafirmó sus afirmaciones anteriores de que Bankman-Fried no estaba dirigiendo un esquema Ponzi, argumentando que "El crimen era innecesario para el negocio de una manera que, digamos, el de Bernie Madoff no lo era," y que "El crimen no tenía sentido."

Agregó que la caída de FTX, "podría haberse evitado y FTX podría haber sobrevivido".

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"Eso no significa que piense que Sam Bankman-Fried es inocente. Simplemente, demuestra sobre cómo me siento acerca de él," explicó Lewis. "Creo que la verdad se acerca más a la idea de 'una persona joven con un código moral intelectualmente defendible pero socialmente inaceptable, que comete un gran error al intentar vivir conforme a él', que a la de 'un criminal suelto en el sistema financiero'."

La forma "peculiar" en que Bankman-Fried veía el mundo se manifestaba en su "rasgo más inquietante: una disposición a exponer a otros al riesgo sin su permiso", argumentó Lewis.

"Siempre se alentó a Sam a verse a sí mismo como especial —primero por sus padres y finalmente por Jane Street, la firma de trading donde comenzó," dijo Lewis, añadiendo que, "La situación se complicó por el hecho de que él era especial."

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