Nota del editor: Este artículo sobre el token SQUID contiene spoilers sobre la serie "El Juego del Calamar".

Quizás no fue la diabetes lo que mató a la madre de Seong Gi-hun. Probablemente sólo murió de shock tras perder los ahorros de toda su vida en el token de El Juego del Calamar.

SQUID, el proyecto de token sin duda inventado por el tipo blanco con una máscara de cuernos que aparece en la parte final del show, no era todo lo que parecía. Bueno, en realidad, era totalmente lo que parecía: una estafa.

Tras debutar la semana pasada en PancakeSwap y DODO, el token basado en el exitoso programa de Netflix "El Juego del Calamar" alcanzó un máximo histórico de 2.856 dólares antes de que su sitio web, sus cuentas en las redes sociales y su dinero desaparecieran abruptamente esta mañana. Una dirección intercambió los tokens SQUID por tokens BNB por valor de más de 2 millones de dólares. (Te dejamos que calcules cuántos miles de millones de wons coreanos son).

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El canal oficial de Telegram, que sólo permite la comunicación unidireccional, escribió: "El desarrollador de El Juego del Calamer no quiere seguir dirigiendo el proyecto, ya que estamos deprimidos por los estafadores y estamos abrumados por el estrés. Tenemos que eliminar todas las restricciones y las reglas de transacción de Squid Game". Añadió: "Lo siento de nuevo por cualquier inconveniente que se ha hecho para usted".

Además, sic.

SQUID se lanzó usando un modelo supuestamente de jugar para ganar, en el que la gente puede ganar más cripto participando en videojuegos; los participantes tendrían que pagar una cuota de entrada -en SQUID- para ser acribillados en la primera ronda, "Luz Roja, Luz Verde", con los juegos haciéndose cada vez más caros.

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El tirón de la alfombra sólo demuestra que una de las tesis centrales del programa se aplica también a la inversión en criptomonedas: Puedes ver cómo un montón de gente se hunde, ser advertido de que probablemente te pasará a ti, y aún así aparecer para otro viaje desde Seúl en esa furgoneta negra sin marcas. Algunas personas están lo suficientemente desesperadas como para intentar enriquecerse con estrategias de inversión turbias.

Los riesgos estaban a la vista y eran obvios en retrospectiva, aunque quizás se puedan perdonar en un espacio en el que cualquiera puede (y logra) crear la próxima gran criptodivisa. El sitio web y el libro blanco estaban plagados de errores gramaticales y ortográficos, una táctica a menudo intencionada de los estafadores para atraer a las personas menos sospechosas. También utilizaba falsos avales de Elon Musk. Pero lo más llamativo es que se podían comprar los tokens pero no se podían vender. (¿Quizás los que están dentro del ecosistema de Binance están acostumbrados a no poder retirar su dinero?)

Por desgracia, no habrá juegos, lo que significa que usted, querido lector, puede seguir viviendo en un mundo de dinero fiduciario indiferente. Pero si está realmente desesperado, como Cho Sang-woo después de una cena de bistec, siempre puede ir a la caza de otro esquema para hacerse rico.

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