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La senadora estadounidense Elizabeth Warren volvió a apuntar a las criptomonedas, afirmando que la industria necesita "reglas de juego" claras.
"No quisiera esperar a que un buen número de personas, un buen número de pequeños inversionistas, un buen número de pequeños comerciantes sean totalmente aniquilados", dijo hoy Warren en la CNBC, añadiendo que las "reglas de juego" dan confianza a la gente.
La preocupación por los pequeños inversionistas no es una sorpresa, a juzgar por sus esfuerzos anteriores contra los grandes bancos.
"¿Quién saca provecho cuando no hay reglas? Son los peces gordos. ¿Quién se beneficia cuando no hay policía vigilando? son los peces gordos", añadió Warren.
Las dificultades de Warren con las criptomonedas
La preocupación de Warren está bien fundamentada, dada la enorme frecuencia con la que muchos en el mundo de las criptomonedas han sido víctimas de grandes pérdidas, debido a ransomware, robos, fraudes o incluso mero accidente.
Para ser claros, las preocupaciones de Warren no son específicamente sobre una criptomoneda como el Bitcoin propiamente dicho, sino sobre aquellos que tratan de sacar provecho de las criptomonedas de manera ilícita.
"Mi preocupación son los charlatanes, que se esconden por todas partes cuando no existe una regulación", dijo Warren.
A Warren también le preocupan las implicaciones fiscales de las criptomonedas.
Ella cree que no debería haber ninguna diferencia con respecto a dónde una persona tiene su capital. Las criptomonedas— como cualquier otra cosa— no deberían estar exentas de impuestos. "Cualquiera que sea la forma en que tengas tus activos, considero que debería haber un impuesto anual sobre eso".
En términos generales, Warren señaló los beneficios potenciales de un impuesto sobre el patrimonio en términos de ingresos públicos. "Una vez que lo hagamos, se obtendrán más ingresos en el sistema y se empezará a equilibrar la carga fiscal", dijo.
A pesar de sus preocupaciones, Warren también añadió que las monedas digitales pueden ofrecer una alternativa a los grandes bancos, que, según ella, no han llegado a los consumidores de todo el país.
No es la primera vez que Warren señala a la industria de las criptomonedas. El mes pasado, Warren describió las criptomonedas como pésimas inversiones y paraísos para la actividad ilegal.
Destacando las disparatadas fluctuaciones de precio de Dogecoin, dijo que "puede funcionar para los especuladores y los inversionistas improvisados, pero no para la gente normal que busca una fuente regular de dinero para cobrar y usar en el día a día".
La queja de Warren con Bitcoin
Además de la preocupación por la falta de regulación y la falta de protección del consumidor, Warren también está preocupada por las criptomonedas proof-of-work (PoW) —particularmente Bitcoin— y su impacto en el medio ambiente.
"Bitcoin requiere tanta actividad informática que consume mucho más energía que países enteros", dijo Warren, y añadió que "una de las cosas más sencillas y menos disruptivas que podemos hacer para combatir la crisis climática es tomar medidas enérgicas contra las criptomonedas que derrochan el medio ambiente."