La Ley STABLE, tal como está escrita, requeriría que los emisores de stablecoins tuvieran una licencia bancaria y obtuvieran la aprobación regulatoria de la Reserva Federal, la FDIC y otras agencias antes de emitir esa moneda. También deben estar asegurados por la FDIC o mantener un número equivalente de dólares en la Reserva Federal.
Eso es un listón muy alto que hay que cumplir. Incluso los llamados "criptobancos" que han ganado licencias bancarias en Wyoming —Kraken Financial y Avanti—están pasando por procesos a nivel estatal que no están regulados por la Oficina del Contralor de la Moneda, como lo están los bancos nacionales. Además, la FDIC no permite actualmente el aseguramiento de criptoactivos.
Si bien el comunicado de prensa señala que la "Pandemia de COVID-19 ha expuesto numerosas barreras para acceder y utilizar las instituciones financieras convencionales", los autores son claros en cuanto a que no quieren que los malos actores entren a raudales para aprovecharse de los estadounidenses de ingresos bajos y medios.
La legisladora hace mención específicamente a los "bancos en la sombra", es decir, empresas financieras que no están reguladas como bancos pero que pueden emitir préstamos y otros productos.
Por su parte, el representante Lynch señaló: "Las stablecoins presentan una forma nueva e innovadora de que los consumidores utilicen su dinero y creo que esta tecnología puede utilizarse para hacer que las transacciones financieras sean más eficientes y, al mismo tiempo, aumentar potencialmente la inclusión financiera".
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Pero Lynch y sus colegas quieren adelantarse en el aspecto regulatorio, ya que los proveedores de stablecoins se parecen demasiado a los bancos.
"Adelantarse a la curva en la prevención de que los proveedores de criptodivisas repitan los delitos contra los residentes de color de ingresos bajos y moderados que tienen los grandes bancos tradicionales es -y ha sido- de importancia crítica", dijo Tlaib.
El representante García adoptó un tono igualmente cauteloso: "La desregulación de nuestro sistema financiero por parte de la administración Trump ha abierto la puerta para que las compañías de tecnología consoliden su poder al aprovecharse de la gente de color con productos que prometen inclusión pero que sólo socavan nuestro sistema bancario".
La Ley STABLE aún no ha sido asignada al comité, aunque el representante Lynch preside el Grupo de Trabajo de Tecnología Financiera.
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