Las autoridades chinas que operan desde la ciudad mongola de Tonglio anunciaron la detención de 63 personas implicadas en un esquema masivo de blanqueo de dinero que había obtenido 1.700 millones de dólares en criptomoneda utilizando la stablecoin Tether.
Según el comunicado de las fuerzas del orden, la investigación se inició cuando un importante aumento de los depósitos, por un total de más de 10 millones de yuanes, afectó a un banco local, lo que activó los protocolos contra el blanqueo de capitales del banco. En una serie de redadas posteriores, las autoridades chinas confiscaron un total de 130 millones de yuanes chinos, unos 18,6 millones de dólares.
La policía china afirma que los delincuentes organizaban el grupo en Telegram, reclutando miembros que abrían cuentas en plataformas de intercambio de criptomonedas. Estas plataformas estaban probablemente en el extranjero debido a las duras medidas de China contra las criptomonedas. La banda recompensaba a los miembros con una comisión basada en la cantidad que podían blanquear, convirtiendo los USDT de nuevo en yuanes chinos.
La banda comenzó su operación ilegal en mayo de 2021, el mismo tiempo que el gobierno chino impuso una prohibición general de criptomonedas, incluyendo multas y posibles penas de cárcel para los ciudadanos chinos declarados culpables de usar criptomoneda.
En un principio, las medidas se tomaron con el pretexto de reducir el consumo de carbono. Desde entonces, el gobierno chino ha comenzado a implantar su moneda digital, el yuan.
En todo el mundo, países como Japón, Australia, China y Estados Unidos han empezado a desarrollar su versión de moneda digital.
La región de Mongolia Interior, donde se encuentra Tonglio, cerró en abril de 2021 las granjas de minería de Bitcoin que operaban en la zona debido a su barato coste energético. Tras la represión, muchos mineros de Bitcoin se trasladaron a la vecina Kazajistán y otros a Estados Unidos.
Aun así, las operaciones clandestinas de criptomonedas continúan en China utilizando servidores proxy y redes privadas virtuales (VPN).
"A medida que la prohibición se ha ido asentando y ha pasado el tiempo, parece que los mineros clandestinos se han vuelto más confiados y parecen contentos con la protección que ofrecen los servicios proxy locales", señala un informe de mayo de 2022 del Programa de Activos Digitales de Cambridge.