Tips

  • El presidente venezolano Nicolás Maduro anunció una ley anti-sanciones que abarca el uso de criptomonedas.
  • Poco después, se estableció la Bolsa de Valores Descentralizada de Venezuela.
  • Los comerciantes podrán supuestamente comprar y vender versiones tokenizadas de los activos tradicionales.

Venezuela sigue intentando estrategias que le permitan sobrevivir a las sanciones de EE.UU. y a un paralizante bloqueo financiero. Y no, esta vez no buscan alivio en el petróleo, ya que la excesiva dependencia del oro negro ayudó a alimentar su caída libre económica, en cambio, está experimentando una vez más con tecnologías descentralizadas.

Esta vez, Venezuela ha optado por crear una bolsa de valores "descentralizada" que utiliza versiones digitales de los activos e instrumentos financieros tradicionales.

Ayer, el presidente Nicolás Maduro sentó las bases de la bolsa al anunciar la creación de la "Ley Antibloqueo para el Desarrollo Nacional y la Garantía de los Derechos Humanos". En ella se esbozan varias estrategias para estimular una economía nacional que ha sido herida por siete órdenes ejecutivas separadas de los presidentes estadounidenses Obama y Trump y más de una docena de sanciones adicionales.

Maduro dijo que la ley promueve el uso de las criptomonedas —todas ellas y no sólo la respaldada por el estado, Petro— como una forma de proteger la soberanía financiera de Venezuela. "La ley anti-sanciones es la primera respuesta... para dar nueva fuerza al uso de Petros y otras criptodivisas, nacionales y globales, en el comercio doméstico y exterior, para que todas las criptodivisas del mundo, apoyadas por el estado y privadas, puedan ser usadas", dijo Maduro.

Poco después nació la nueva Bolsa de Valores Descentralizada de Venezuela.

A pesar del amor de Venezuela por los procedimientos administrativos extremadamente centralizados, esta nueva bolsa de valores está tan descentralizada como es posible dentro del marco legal actual. El gobierno dice que todos los contratos y protocolos son públicos y auditables, y los participantes aparentemente serán dueños de sus propias llaves y tokens. 

La bolsa es una plataforma DeFi que funciona en la cadena de bloques Ethereum, en la que los comerciantes podrán intercambiar activos tradicionales tokenizados en forma de contratos ERC223 (una alternativa al ERC20) y ERC721 (fichas únicas), según el caso. El motivo de ello es, aparentemente, permitir el comercio sin un intermediario centralizado.

De esta manera, los inversores podrán comerciar con derivados, productos básicos, bienes inmuebles, acciones, ETF y bonos en la bolsa descentralizada. Sin embargo: no hay tokens con nombres graciosos de alimentos, criptodivisas extrañas, o agricultura de rendimiento. Aunque el gobierno dice que quiere promover todos los criptos, la plataforma sólo permite el comercio de activos tradicionales (aunque tokenizados).

En una transmisión en directo, Manuel Aaron Fajardo García, uno de los líderes del proyecto, dijo que la bolsa actuará de forma independiente del sistema tradicional y tendrá un mercado secundario P2P.

El experimento del DeFi de Venezuela es otro en una larga línea de ensayos en la blockchain con un telón de fondo geopolítico. Es demasiado pronto para saber si el propósito principal es estimular la actividad financiera o atraer la inversión extranjera a través de la puerta trasera de los activos digitales.

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