El Salvador, la primera nación en experimentar con Bitcoin como moneda nacional, tiene un bono de 800 millones de dólares que vence en enero, según Moody's. Desgraciadamente, dado que el esperado "Bono Bitcoin" de la nación aún no ha llegado al mercado, podría tener algunos problemas para pagar esa deuda.
Hay fuentes contradictorias sobre el número de inversores interesados en el bono. Bloomberg sugiere que no ha obtenido ningún apoyo, mientras que el ministro de finanzas del país afirma que está sobresuscrito en un 50% —es decir hay un 50% más capital interesado en comprar que lo que el gobierno ofrece. Sin embargo, como el gobierno aún no ha introducido la legislación necesaria para que el bono siga adelante, aunque el reloj sigue corriendo.
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, anunció el bono en noviembre, poco más de dos meses después de que el Bitcoin se convirtiera en moneda de curso legal en todo el país. Su objetivo es recaudar 1.000 millones de dólares: 500 millones en Bitcoin para el Tesoro y 500 millones para financiar el desarrollo de una "Ciudad Bitcoin" impulsada por la minería geotérmica de Bitcoin. En la actualidad, el país posee algo más de 1.800 Bitcoin, con un valor de unos 70 millones de dólares.
Aunque se suponía que el bono iba a entrar en funcionamiento en marzo, se ha pospuesto hasta septiembre. El ministro de finanzas del país alegó entonces que la guerra de Rusia con Ucrania había afectado al precio del Bitcoin, por lo que era un momento inoportuno para lanzar el producto. Bukele dio una razón alternativa, afirmando que el retraso se debía a la prioridad de la reforma interna de las pensiones.
Independientemente de las razones, el retraso pone los fondos tan necesarios fuera del alcance del gobierno salvadoreño. Los precios de su deuda se desplomaron un 15,1% en abril, siendo la mayor caída nacional después de Ucrania. Sus bonos de referencia para 2032 rinden ahora un 24%, un nivel que sugiere una fuerte preocupación por el impago entre los compradores.
Las tensiones en la relación de El Salvador con el Fondo Monetario Internacional (FMI) tampoco ayudan. El organismo presta dinero a los Estados miembros que sufren problemas de balanza de pagos. Sin embargo, el país ha abandonado las conversaciones con el FMI, que desaprobó tanto la adopción de Bitcoin por parte de El Salvador y de la República Centroafricana. Ante esta situación, un ex presidente del banco central del país ha declarado que la relación de El Salvador con el FMI está "prácticamente muerta".
Sin embargo, tanto el presidente como el ministro de Finanzas sostienen que el país tiene "riesgo cero" de impago, según Bloomberg. Sus palabras contradicen las opiniones de instituciones como Moody's y Fitch, que han recortado la calificación crediticia de El Salvador en los últimos meses. Bukele, por su parte, no escucha; el presidente es conocido por burlarse de las opiniones tanto de Moody's como del FMI.