El Salvador sigue sintiendo las consecuencias de la aprobación de una ley que declara a Bitcoin como moneda de curso legal en el país —y lamentablemente hasta ahora parece que el panorama no es muy prometedor.
La calificadora de riesgo Moody's ha bajado aún más el rating del país bajo el mando de Nayib Bukele, otorgándole un score de Caa1 tras haber ostentado una califiación B3.
La calificación de riesgo Caa1 es considerada como una inversión de "riesgo sustancial" y es equivalente a un score CCC+ otorgado por S&P o Fitch.
De acuerdo con Moody's, la degradación a Caa1 se produce debido a que "la posición fiscal sigue siendo vulnerable y susceptible a shocks de financiamiento que podrían poner en peligro la capacidad de pago."
Entre las razones para la caída en la confianza se citan algunas políticas autoritarias del régimen de Bukele y la aprobación de la Ley Bitcoin, que Moody's considera como un potencial signo del debilitamiento de la gobernanza en el país.
"De forma más polémica [que la retirada del gobierno de una comisión internacional contra la corrupción en El Salvador], el 9 de junio la Asamblea Legislativa aprobó la primera ley del mundo que convierte al Bitcoin (una criptomoneda) en moneda de curso legal en el país, de forma que tanto el dólar estadounidense como el Bitcoin son ahora moneda legal para liquidar transacciones." expresa el informe "en opinión de Moody's, estas medidas reflejan el debilitamiento de la gobernanza en El Salvador, lo que aumenta las tensiones con los socios internacionales -incluido Estados Unidos (Aaa estable)- y pone en peligro el progreso hacia un acuerdo con el FMI."
Una Alerta Para Las Inversiones Internacionales en El Salvador
La aprobación de la Ley bitcoin generó expectativas optimistas por parte de la comunidad de entusiastas de las criptomonedas en todo el mundo. Nayib Bukele aseguró que la ley era una herramienta para atraer capital extranjero e impulsar el crecimiento económico del país.
Varios emprendimientos de criptomonedas se sumaron a la tarea de promover la industria en la región. El más relevante de ellos, Strike, tuvo un papel protagónico en el desarrollo de la wallet "Chivo," que se convertiría en la wallet oficial promovida por el gobierno de Bukele. Strike carece de los permisos legales necesarios para operar como servicio de transmisión de dinero, a pesar de que el uso de bitcoin se considera positivo para el envío de remesas de forma eficiente y económica.
Sin embargo, lo apresurado del proyecto ha tenido efectos negativos importantes. La ley Bitcoin cuenta con el rechazo o escepticismo de 3 de cada 4 salvadoreños, se han producido protestas exigiendo su anulación, y los organismos internacionales se han negado a ofrecer su cooperación para apoyar a Bukele en esta tarea.
En esta misma tónica, los grandes fondos de inversión, organismos internacionales y otros actores dentro del vasto sistema financiero mundial, toman en cuenta la calificaciones de riesgo para decidir en cuales economías invertir y que industrias estimular. Al invertir en países de alto riesgo, el riesgo mismo del portafolio de un financista o inversor aumenta, lo cual puede a su vez influir en la percepción que genera ante terceras personas.
Un alto nivel de riesgo disminuye las opotunidades de consesión de créditos, o aumenta las restricciones y condiciones aplicadas para la consesión de nuevos financiamientos.
Y esto es algo primordial para una economía tan golpeada como la salvadoreña, cuyas decisiones parecen haber sido contraproducentes en un corto plazo, a pesar del optimismo de los bitcoiners que esperan luchar precisamente contra ese sistema.