Fitch, una de las "tres grandes" agencias de calificación crediticia del mundo, ha advertido que la medida de El Salvador de hacer del Bitcoin una moneda de curso legal pondría a los bancos en riesgo de lavado de dinero, financiación del terrorismo y evasión fiscal.
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, anunció la semana pasada que el Bitcoin pasaría a ser de curso legal el 7 de septiembre.
Sin embargo, el Banco Mundial, el FMI y otras autoridades mundiales han criticado la medida. El Banco Mundial ha rechazado una solicitud de El Salvador para ayudarle en la implementación de Bitcoin como moneda de curso legal.
En una publicación del blog el viernes, Fitch advirtió que Bitcoin podría violar potencialmente las normas internacionales contra el lavado de dinero (AML) y la financiación del terrorismo, y facilitar la evasión de impuestos.
Los vínculos entre el crimen organizado y el Bitcoin preocupan especialmente a los reguladores. Bukele ha negado repetidamente sus vínculos con la Mara Salvatrucha y el Barrio 18, dos de los mayores cárteles de la droga de Centroamérica. Pero los críticos han dicho que trabajó con las bandas para ayudar a su carrera política.
Uno de los socios del gobierno salvadoreño en sus planes es Zap Solutions Inc. con sede en Chicago, cuya cartera digital, Strike, ya está siendo utilizada por algunos salvadoreños.
La semana pasada, Decrypt informó que Zap carece de licencias para operar en la mayoría de los estados de Estados Unidos. Esto hace que sea ilegal que los emigrantes salvadoreños envíen dinero en efectivo y transferencias de criptomonedas desde estados sin licencia a El Salvador usando Zap, una situación que podría enturbiar aún más los ya controvertidos planes de Bitcoin del país centroamericano. Zap no respondió a las solicitudes de comentarios.
Un calendario ambicioso
Fitch dijo que El Salvador aún no ha publicado una guía regulatoria detallada sobre las criptodivisas, y señaló el "ambicioso calendario" en el que se debe crear un marco legal e introducir sistemas de pago.
La semana pasada, Bukele presentó un monedero de criptomonedas patrocinado por el Estado, Chivo, y dijo que cada ciudadano que se inscriba en él recibirá 30 dólares en Bitcoin gratis. Sin embargo, todavía no está claro cómo funcionarán estos sistemas de pago ni el alcance de la participación del gobierno, dijo Fitch.
Si El Salvador no cumple con las normas del Grupo de Acción Financiera (GAFI), "los bancos corresponsales de El Salvador podrían exigir una diligencia debida más detallada y controles sobre las instituciones financieras del país", dijo Fitch.
Y la prisa por los sistemas de pago de Bitcoin afectará a los riesgos de divisas y de liquidez de los bancos, además de presentar riesgos de ransomware, añadió la agencia.
Los críticos han argumentado que la nueva Ley del Bitcoin obliga a aceptar la criptodivisa. En respuesta a estas preocupaciones, Bukele dijo la semana pasada que el uso de Bitcoin no será obligatorio.
Para echar más agua fría al plan de El Salvador, Fitch predijo que las empresas y los ciudadanos probablemente tardarán en adoptarlo.
"La tasa real de aceptación puede ser tenue dados los desafíos de implementación, así como los bajos niveles de inclusión financiera y acceso a Internet del país", dijo.