Por semanas el pánico se ha apoderado del mundo por la propagación del coronavirus. Mientras en América Latina miraba de reojo los acontecimientos del resto del mundo, desde Nueva York ejecutivos del navegador Brave, preparaban la estrategia para un pronto desembarco en la región.
Un acertado plan, considerando que existen 577 millones de personas que hablan español —incluyendo aquellos radicados en países no hispanos—, cifra que ha levantado la ceja de los ejecutivos del navegador que ha centrado parte de su valor en la privacidad, además de ser más rápido y eficiente que otros competidores.
Por vídeo conferencia, Decrypt habló con Carlos Acevedo, director de ventas de Brave, quien detalló la expansión de la empresa a la región. “El mayor número de nuestros usuarios vienen de Brasil, pero también tenemos una gran presencia en Argentina, Colombia y Venezuela. Y actualmente nuestra página web está en inglés, pero ya estamos trabajando para que los usuarios también la puedan tener en español y portugués. Aunque lo más importante, que es el navegador, sí se puede utilizar en español y portugués”, aseguró Carlos.
Incentivos económicos
Otras de las grandes ventajas de Brave es su modelo de recompensas. Un empuje que puede atraer usuarios que buscan alternativas a los abusivos sistemas de publicidad digital de la actualidad. En Brave los usuarios y anunciantes interactúan entre sí de una manera más cercana y transparente. Esto es enorme, porque grandes compañías como Google y Facebook han estado explotando los datos de sus usuarios sin ser realmente transparentes respecto a estras prácticas.
Así es cómo la publicidad es la fuerza impulsora detrás de Internet y una fuente de financiación para casi todo lo que se lee, mira y escucha en la red. Sin embargo, la publicidad digital ha fusilado fuertemente la industria de los medios, donde Facebook y Google —otra vez— se llevan el 80% de los ingresos digitales.
Por ello, la máquina de publicidad en línea también es enorme, opaca y más compleja. Por varios motivos —que casi rozan lo obvio— Chrome domina, ya que no bloquea, tiene una interfaz atractiva y minimalista, y puede ser increíblemente eficaz a la hora de personalizar la demanda de los usuarios, gracias a su tienda ‘online’ con miles de extensiones y temas.
Y es por este nuevo modelo, que los usuarios de Brave pueden ser recompensados por mirar publicidad en la página del buscador. Un gran cambio en la era del Internet de valor. Carlos comenta: “lo que más me entusiasma para América Latina es el potencial de DeFi (finanzas descentralizadas), donde millones de personas pueden formar parte de un sistema económico sin tener que depender de una institución financiera. Como ejemplo, un usuario de Brave puede recibir tokens o BAT, que es la divisa criptográfica nativa de Brave."
Este sistema de recompensas, que es el modelo económico que Brave está probando actualmente en todo el mundo, “es una forma de redefinir y realmente democratizar cómo funcionan los anuncios y cómo se compensa a los usuarios y cómo se compensa a los creadores de contenidos, ya que nosotros vendemos publicidad, esta es la línea de nuestro negocio”, señaló.
Asimismo, Brave afirma que las páginas se descargan de tres a seis veces más rápido, algo que lo hace mucho más ligero y rápido que Chrome. La razón es que Brave es más rápido es porque los anuncios no tienen que cargarse en el lado de Brave. No obstante, uno de los valores más importante de Brave, son las ventanas de privacidad, implementadas con Tor, para navegar anónimamente en la web.
Aún no hay cifras por países, pero sí esperan hacer de América Latina un lugar estratégico. Lo que sí está claro es que el navegador ha aumentado ostensiblemente el número de usuarios activos. En la actualidad tiene 4 millones de usuarios activos por día y 12 millones de usuarios activos por mes. Y la cifra crece exponencialmente, por día se estiman 700,000 nuevos usuarios.