In brief
- Data Center CR era una planta hidroeléctrica que cerró 9 meses tras una paralización de actividades por el COVID-19.
- Ahora, tras un replanteamiento de su modelo de negocios, la empresa se dedica al ramo de la minería de Bitcoin y criptomonedas de manera exitosa.
La frase "Improvisa, Adáptate y Supera (los obstáculos)" fue acuñada por la estrella de shows de supervivencia Bear Grylls, pero está perfectamente encajada en el mundo de los negocios. Un ejemplo claro es Data Center CR, una empresa orientada en la venta de eneregía eléctrica y que descubrió el éxito tras virar al mundo de las criptomonedas.
Eduardo Kooper, presidente de la empresa familiar, relató a Reuters cómo su planta eléctrica, ubicada cerca del río Poás a unos 40 kilómetros de San Juan de Costa Rica, estuvo 9 meses paralizada luego de que el gobierno suspendiera la compra de energía eléctrica debido a la paralización de actividades por causa del COVID-19.
Con un exceso de energía, un negocio paralizado y una falta de clientes potenciales debido al escenario de pandemia mundial, Kooper comenzó a buscar alternativas de crecimiento, y la industria de la minería de criptomonedas le cayó como anillo al dedo.
"Tuvimos que pausar la actividad durante nueve meses, y hace exactamente un año escuché sobre Bitcoin, blockchain y minería digital. Al principio era muy escéptico, pero vimos que este negocio consume mucha energía y tenemos un excedente" relató Kooper. Con esa idea en mente, invirtió medio millón de dólares en adecuación de su infraestructura para poder albergar la mayor cantidad de hardware (ASICs y Rigs) posible de manera eficiente.
Ahora, Data Center CR sirve a unos 150 clientes locales que rentan 650 mineros de criptomonedas trabajando las 24 horas del día sin parar.
Los clientes aseguran que minar en las instalaciones de Data Center CR es mucho más rentable (y cómodo) que hacerlo domésticamente. La empresa de energía que hace apenas 1 año luchaba por subsistir, ya volvió a la vida tras una reinvención de su esquema de negocios.
La minería de criptomonedas ha cambiado mucho geográficamente debido a un complejo conjunto de condiciones que abarcan desde la geopolítica hasta las condiciones climáticas. La aversión de China por esta industria obligó a que muchos mineros tuvieran que reposicionar sus equipos en otros países. Kazajistán, Irán, y Estados Unidos fueron los destinos principales.
Pero América Latina quiere una pieza del pastel. Paraguay, por ejemplo, está promocionandose como un destino más que apropiado para la industria minera gracias a su energía hidroeléctrica económica, El Salvador está trabajando en una mega granja de minería de Bitcoin con energía volcánica, Venezuela —que tiene la electricidad más barata del mundo— está trabajando en la creación de una pool nacional, y cada día aparecen nuevas iniciativas jurídicas para regular y promover la industria.
Costa Rica aún no regula la industria de las criptomonedas, pero su postura es bastante neutra al respecto aunque fue uno de los primeros países en adoptar una clara postura a favor del pago de salarios con criptomonedas siempre y cuando se respetara el requerimiento legal de pagar la alícuota mínima en dinero fiat.