Un ciudadano canadiense-estadounidense que blanqueó fondos para los hackers militares de Corea del Norte utilizando transferencias bancarias e intercambios de criptomonedas fue condenado por un tribunal federal de Estados Unidos a 11 años de prisión e indemnizaciones por valor de 30 millones de dólares.
A principios de 2020, el Departamento de Justicia acusó a tres miembros de la agencia de inteligencia militar de Corea del Norte de intentar robar más de 1.300 millones de dólares a través de una multitud de tramas de extorsión y ciberataques, incluidos más de 100 millones de dólares en robos a empresas de criptomonedas y un ciberataque a Sony Pictures como represalia por su producción de "The Interview", una caricatura de la nación aislada y su líder.
Ghaleb Alaumary, residente de Ontario, se declaró culpable en 2020 de conspirar para blanquear dinero para los norcoreanos en 2018. Como responsable de los planes de retirada de dinero de los cajeros automáticos del grupo, reclutó a otros para blanquear los fondos ilícitos recibidos del BankIslami, en los que los hackers eludían los mecanismos de prevención del fraude para poder cambiar los saldos y aumentar los límites de retirada. Obtuvieron 6,1 millones de dólares del banco comercial paquistaní.
Alaumary tenía más clientes además de la República Popular Democrática de Corea (RPDC). También se declaró culpable de fraude por el envío de correos electrónicos en los que se hacía pasar por representante de una empresa de construcción que buscaba el pago de una universidad canadiense; la universidad le envió 9,4 millones de dólares. Otras víctimas son bancos de toda Asia y un club de fútbol británico.
Según un comunicado de prensa del Departamento de Justicia de ayer "Una vez que los fondos mal habidos estaban en cuentas que él controlaba, Alaumary siguió blanqueando los fondos a través de transferencias bancarias, retiros de efectivo y cambiando los fondos por criptodivisas".
"Este acusado sirvió como un conducto integral en una red de cibercriminales que desviaron decenas de millones de dólares de múltiples entidades e instituciones en todo el mundo", comentó el fiscal federal interino David H. Estes del Distrito Sur de Georgia. "Lavó dinero para una nación rebelde y algunos de los peores ciberdelincuentes del mundo, y dirigió un equipo de co-conspiradores que ayudaron a llenar los bolsillos y las carteras digitales de los ladrones."
Los acusados norcoreanos permanecen en libertad y probablemente libres de las garras de Estados Unidos, ya que ambos países no tienen un acuerdo de extradición, aunque Estados Unidos extraditó con éxito a un ciudadano norcoreano radicado en Malasia en 2021, lo que es algo inédito.
Corea del Norte, una nación comunista ermitaña que carece de una economía funcional, ha dependido de la piratería criminal por parte de los militares para mantener las luces encendidas. Un perfil del New Yorker de mayo señaló una estimación de Jesse Spiro, de Chainalysis, según la cual los piratas informáticos de la RPDC habían tomado un total de 1.750 millones de dólares en criptodivisas de los intercambios, una décima parte del presupuesto de defensa del país.