El Ministerio de Vivienda, Gobierno Local y Patrimonio de Irlanda está elaborando una normativa que prohibiría a los partidos políticos aceptar Bitcoin y otras criptomonedas como donaciones.
El ministro de Administración Local, Darragh O'Brien, que supervisa las elecciones y la reforma del voto, creó en enero un grupo de trabajo para recomendar leyes que mantuvieran la integridad electoral. En concreto, se trata de proteger al país de los ciberataques y la desinformación procedentes de actores alineados con Rusia. La invasión rusa de Ucrania no disminuyó las preocupaciones del país.
Según O'Brien, el grupo de trabajo proporcionó un "amplio conjunto de recomendaciones para construir un baluarte legal y digital contra la interferencia maligna en nuestras elecciones".
Además de prohibir las donaciones de criptomonedas, las normas modificadas -aplicadas por una Comisión Electoral de nueva creación- endurecerán los requisitos para las donaciones extranjeras y otorgarán al gobierno el poder de exigir la retirada de contenidos de las plataformas de medios sociales.
Los hackers y agentes de inteligencia rusos han apuntado a los gobiernos occidentales y a la infraestructura política de Estados Unidos durante la última década. Según Estados Unidos, durante las elecciones estadounidenses de 2016, Rusia compró subrepticiamente anuncios en Facebook, y actores estatales que se hicieron pasar por estadounidenses pulularon por las redes sociales para alborotar a la gente de ambos lados del pasillo.
Según la Comunidad de Inteligencia de Estados Unidos -que incluye a la CIA, el FBI y otras 15 agencias-, RT America, una operación mediática financiada por el gobierno, era "el principal medio de propaganda internacional del Kremlin." Las agencias de inteligencia estaban muy seguras de que RT, que también emitía "The Keiser Report" con el maximalista de Bitcoin Max Keiser, formaba parte de una campaña de noticias falsas dirigida por el presidente Vladimir Putin.
Durante el transcurso de las elecciones generales de 2020 en Estados Unidos, los hackers rusos consiguieron entrar en las bases de datos del gobierno de varios condados, en algunos casos accediendo a los datos electorales, pero sin alterarlos. Al año siguiente, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó las direcciones de criptomonedas presuntamente utilizadas por la Agencia de Investigación de Internet de Rusia como parte de un esfuerzo para socavar la integridad de las elecciones.