Te presentamos al último político de Washington D.C. que ha adoptado públicamente Bitcoin: El congresista Pete Sessions, un republicano que lleva 12 mandatos en el Congreso y que procede de Waco, Texas.

El representante Sessions ha tuiteado hoy: "La minería de Bitcoin desempeñará un papel fundamental en la reconstrucción de la independencia energética de los Estados Unidos." Su mini-misiva llega tres días después de que Sessions tuiteara, en un lenguaje que refleja a la senadora Cynthia Lummis (R-WY), que "Bitcoin está alineado con los valores americanos y fortalecerá el dólar."

Sessions debería saberlo. Su estado, antaño sinónimo de petróleo, es el epicentro de un boom de la minería de Bitcoin. Según datos de otoño de 2021, Texas proporciona el cuarto mayor hashrate de todos los estados norteamericanos, con un 14%. (El hashrate es una medida de la cantidad de energía que se suministra a la red Bitcoin).

Pero es probable que la influencia de Texas sea incluso mayor que esa cifra, dadas las grandes instalaciones de minería que han empezado a aparecer el año pasado o que están en proceso. Por ejemplo, Argo compró más de 300 hectáreas en el oeste de Texas la pasada primavera, mientras que Foundry se está asociando con empresas solares e hidroeléctricas del estado o las está absorbiendo.

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¿Por qué Texas?

"Texas es una zona tan propicia para la minería de bitcoins que es irreal", tuiteó el cofundador de Coin Metrics, Nic Carter, el fin de semana, citando a los "políticos que apoyan" y la infraestructura energética del estado.

Sessions no es, ni mucho menos, el único político de Texas que ha saludado a Bitcoin. El senador Ted Cruz se ha ido alineando cada vez más con la criptomoneda, mientras que el gobernador Greg Abbott ve la minería de Bitcoin como una forma de estabilizar la red eléctrica del estado, en gran medida desregulada, al tiempo que aprovecha sus grandes reservas de energía sin explotar, incluido el gas natural que se puede quemar pero no transportar. Texas también tiene mucha energía eólica y solar.

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En total, tiene la mayor capacidad neta (en verano) de todos los estados, con un 65% más que el número 2, California, según la Administración de Información Energética de Estados Unidos. Y sus legisladores quieren utilizar esa capacidad para atraer el dinero de las criptomonedas.

"Es una maravilla que haya minería en cualquier otro lugar", tuiteó Carter. "Texas es simplemente irreal en términos de idoneidad minera".

Texas tiene ahora la oportunidad perfecta para perfeccionar su argumento de venta más allá de las empresas mineras de Bitcoin que ha estado cortejando a un público más amplio que todavía está formando una opinión sobre la criptodivisa. Después de que Rusia invadiera Ucrania, los Estados Unidos y los países occidentales aliados impusieron sanciones paralizantes contra el país. Sin embargo, hay un pequeño problema: Rusia suministra aproximadamente el 8% del petróleo mundial.

Por lo tanto, esas sanciones, además de las retiradas voluntarias de las empresas que buscan reducir su exposición a las repercusiones públicas o a las violaciones involuntarias de las sanciones, han contribuido a impulsar los precios de la energía al alza, a la vez que han reavivado los llamamientos republicanos para que Estados Unidos sea independiente desde el punto de vista energético.

En esta línea de pensamiento, no hay necesidad de preocuparse por las consecuencias de sancionar a Rusia si Estados Unidos no necesita la energía que ésta le proporciona (aunque sí puede verse afectado por los precios más altos de las importaciones de los países que sí la necesitan).

Sessions se alinea claramente con este punto de vista. Y él, junto con un creciente grupo de políticos de Texas, está presionando a su estado para que lo haga.

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