Tips
- La macroestratega del Deutsche Bank sostiene que la pandemia de COVID-19 podría estimular la adopción del efectivo digital.
- Actualmente, los países de todo el mundo tienen que depender del dinero en efectivo transmitido físicamente, que es un factor de riesgo potencial.
- Los hábitos de la gente también complican la adopción del efectivo digital.
El brote mundial de coronavirus probablemente acelerará la adopción y utilización del dinero digital en muchos países del mundo, según el Deutsche Bank Research.
"La pandemia de COVID-19 está acelerando el auge de las monedas digitales de los bancos centrales, ya que muchos gobiernos consideran que el manejo del efectivo es un factor de riesgo potencial. Esto probablemente se sumará a los llamamientos para avanzar hacia el efectivo digital según nuestro colega [de la investigación del Deutsche Bank]", la institución tuiteó el 3 de abril, citando un artículo escrito por la macroestratega del Deutsche Bank Marion Laboure.
Según el artículo, titulado "The COVID-19 Cash Out", los países de todo el mundo tienen ahora una razón para reconsiderar el uso del dinero en efectivo, ya que el intercambio mano a mano de moneda física podría transmitir el coronavirus.
Los investigadores observaron que, si bien China es actualmente uno de los pocos países que ha empezado a desinfectar e incluso destruir billetes en masa para obstaculizar la propagación de COVID-19, los gobiernos de todo el mundo "sopesarán la opción" de seguir este ejemplo en un futuro próximo.
"Un patógeno de una sola vez exigiría soluciones de una sola vez. Un lugar obvio para empezar es acelerar el inevitable cambio hacia los pagos digitales", dice el artículo.
De hecho, COVID-19 podría convertirse en el catalizador que lleve los pagos digitales a convertirse en algo común y corriente, según el artículo, y añade: "No es de extrañar que la industria de los pagos digitales ya se esté centrando en las oportunidades creadas por la crisis".
Los billetes son para siempre
Sin embargo, el dinero en efectivo todavía está fuertemente asentado en los hábitos de la gente. Por ejemplo, según una encuesta reciente del Deutsche Bank, un tercio de los encuestados de las economías desarrolladas mencionaron el efectivo como su método de pago favorito, y más de la mitad de los encuestados confiaron en que "el efectivo siempre estará presente".
Esta noción complica aún más la posible transferencia al dinero digital, señalaron los investigadores. A medida que las autoridades chinas promueven activamente su infraestructura de banca en línea y desarrollan una moneda digital en el banco central, los países occidentales se encuentran unos cuantos pasos atrás en este sentido.
Además, no hay empresas tecnológicas o financieras suficientemente grandes en Europa, lo que obliga a los países de la UE a utilizar soluciones desarrolladas en los Estados Unidos, como Apple Pay, Google Pay, PayPal y otras.
Así que por ahora, el efectivo sigue siendo el rey. Pero tal vez no por mucho tiempo.