Por Scott Chipolina
3 min lectura
El terrorista convicto Khuram Iqbal, de 29 años y nacionalidad británica, ha sido encarcelado durante 16 meses tras comerciar con criptomonedas en la web oscura, según la BBC.
No es la primera vez que Iqbal se enfrenta a la cárcel. En 2014, fue encarcelado por difundir publicaciones terroristas y poseer información terrorista —incluida la revista Inspire de Al Qaeda.
En ese momento, fue encarcelado durante tres años y tres meses; salió en libertad en mayo de 2015, pero volvió a la cárcel un año después.
Se enfrentó a una segunda detención por incumplir una orden de notificación de 10 años, por la que no informó a la policía sobre dos cuentas de criptomoneda que controlaba.
Se declaró culpable de cuatro infracciones entre los meses de julio y agosto de 2019.
Entre el 10 de noviembre de 2017 y el 20 de marzo de 2021, Iqbal realizó 392 transacciones con casi 12.000 libras (15.900 dólares) de fondos depositados.
En enero de 2020, Iqbal realizó tres transacciones de Bitcoin en un sitio de la deep web que se utilizaba para vender credenciales de tarjetas de crédito robadas. El tribunal escuchó que el comercio de criptomonedas de Iqbal se hizo a través de una cuenta en el intercambio de criptomonedas Coinbase.
Al parecer, Coinbase emitió un informe de actividad sospechosa.
Iqbal dijo a la policía que, de hecho, comerciaba con criptomonedas, pero negó haber utilizado la deep web. Su teléfono móvil confiscado mostraba aplicaciones que permitían el acceso a la deep web.
"La naturaleza de la criptomoneda es que no se puede rastrear, así que la realidad es que estaba en condiciones de operar dos direcciones de correo electrónico y dos cuentas de criptomoneda por debajo del radar de la policía", dijo el fiscal Paul Jarvis.
Por supuesto, las criptomonedas son rastreables, como demuestra esta historia. Dejando a un lado las monedas de privacidad, las criptomonedas tradicionales como Bitcoin son seudónimas; mientras que las direcciones de las wallets son anónimas, las transacciones entre wallets son visibles públicamente en la blockchain. De hecho, varias empresas como Chainalysis han construido su negocio sobre la vinculación de las direcciones de los monederos con los delincuentes y el rastreo de sus transacciones de criptomonedas.
A principios de este año, el ex director de la CIA Michael Morell argumentó que "la tecnología blockchain es una herramienta forense poderosa pero infrautilizada para que los gobiernos identifiquen actividades ilícitas y lleven a los delincuentes ante la justicia." La Autoridad de Conducta Financiera del Reino Unido, por su parte, invirtió el mes pasado 670.000 dólares para formar a su personal sobre los riesgos de lavado de dinero y financiación del terrorismo que presenta la industria de las criptomonedas.
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