Por Scott Chipolina
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El Grupo de Acción Financiera Internacional ( FATF), un organismo de vigilancia de la delincuencia financiera mundial, ha publicado un informe que documenta cómo los grupos de extrema derecha están gravitando hacia la criptomoneda.
El informe, titulado "Ethnically or Racially Motivated Terrorism Financing" (Financiación del terrorismo por motivos étnicos o raciales), proporciona múltiples ejemplos de criptomonedas—incluyendo tanto Bitcoin como "monedas de privacidad”—utilizadas por extremistas que se han visto obligados a abandonar los canales financieros tradicionales.
"Sin la posibilidad de procesar los pagos con tarjeta de crédito, algunos grupos han pasado a utilizar activos virtuales como el Bitcoin para mover los fondos", menciona el informe.
"Algunos grupos de extrema derecha han utilizado las llamadas "monedas de privacidad", es decir, activos virtuales que permiten a un usuario mantener el anonimato total al realizar transacciones en blockchain", añadió el GAFI. Las monedas de privacidad incluyen criptomonedas como Monero, Dash y Zcash, que ofuscan la información de identificación utilizando diversas técnicas criptográficas.
Una lista de quién es quién de los terroristas de extrema derecha han gravitado hacia Bitcoin.
Brenton Tarrant, autor del tiroteo en la mezquita de Christchurch en 2019, había realizado múltiples donaciones a grupos de extrema derecha en el extranjero utilizando Bitcoin. Estas donaciones incluían fondos enviados a Generation Identitaire, un grupo de extrema derecha en Francia, y a Martin Sellner, un activista de extrema derecha en Austria.
En Bélgica, el grupo llamado "Schild and Vrienden", que se traduce como Escudos y Amigos, ha triplicado previamente sus recursos mediante Bitcoin y donaciones a través de un servicio de transferencia de dinero en línea.
Nordfront, el "Movimiento de Resistencia Nórdica", es otro ejemplo. El grupo ha animado a sus seguidores a donar Bitcoin a través de multiples plataformas de pago.
Las conclusiones de la FATF llegan meses después de que el Bitcoin estuviera implicado en los disturbios del 6 de enero en Washington D.C. Un donador francés, Laurent Bachelier, pagó más de $500.000 dólares en Bitcoin a los activistas de extrema derecha que participaron en la insurrección pro-Trump.
Bachelier, que se suicidó inmediatamente después de enviar las donaciones, escribió una carta en la que afirmaba que la civilización occidental estaba en declive. "Me preocupa lo que ocurra después de mi muerte. Por eso decidí dejar mi modesto patrimonio a determinadas causas y personas", escribió en la carta.
Las conclusiones de la FATF no son las primeras que relacionan las criptomonedas con los grupos extremistas.
En el Reino Unido, el informe anual de la Agencia Nacional de la Delincuencia sobre la delincuencia grave y organizada reveló que la creciente adopción de Bitcoin podría estar facilitando la vida a los delincuentes.
No sólo la extrema derecha está utilizando Bitcoin. Un alto portavoz del grupo militante palestino Hamás—que es considerado un grupo terrorista por Estados Unidos, Reino Unido y otros países—admitió a principios de este año que el grupo ha visto un aumento de las donaciones de Bitcoin.
"Definitivamente hubo un pico [en las donaciones de Bitcoin]", dijo el funcionario de Hamás, y agregó: "Parte del dinero se utiliza para fines militares para defender los derechos básicos de los palestinos."
CipherTrace, una firma de análisis de blockchain, dijo que las finanzas ilícitas dentro de la esfera de las criptomonedas eran inevitables a medida que la industria sigue creciendo.
El analista financiero de CipherTrace, John Jeffries, habló con Decrypt poco después de que la Oficina de Control de Activos Extranjeros de Estados Unidos sancionara a varias entidades—que se financiaban con criptomonedas—por buscar supuestamente entrometerse en las elecciones presidenciales de 2020 en Estados Unidos.
"A medida que el ecosistema de las criptomonedas crece, es inevitable que las finanzas ilícitas se expandan junto a él. El aumento del interés por las criptomonedas crea la posibilidad de lavado de dinero y evasión fiscal", dijo Jeffries.
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