Por Scott Chipolina
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El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha pedido una vigilancia más intensa del sector de las criptomonedas.
Al hacerlo, el gobernador expuso una serie de riesgos que percibe que están presentes en la actual industria de las criptomonedas. El primero—y aparentemente el mayor—es el "escaso conocimiento que existe sobre las características [de las criptomonedas] por parte de los inversores".
Añadió que algunos inversionistas en criptomonedas incluso "dan por sentado" que su actividad de inversión en criptomonedas gozará de las mismas protecciones para el consumidor de las que goza su actividad de inversión tradicional.
Entre otros riesgos citados en el discurso del gobernador, de Cos llamó la atención sobre el riesgo que la industria de las criptomonedas presenta para los mercados financieros en general.
"Es cierto que la existencia de estas grandes oscilaciones en los precios de estos activos puede alterar el sentimiento, provocando una sobrerreacción que acaba trascendiendo a otros entornos comerciales", dijo.
Este riesgo, según de Cos, es especialmente relevante para el sector de las stablecoin.
"En este caso, la acumulación de solicitudes de reembolso derivadas de un pánico generalizado en torno a [las stablecoins] podría estresar los mercados monetarios y, por extensión, afectar también a las entidades de custodia de los activos", dijo.
El gobernador añadió que un aumento significativo de las transacciones podría causar retrasos o interrupciones del servicio, lo que provocaría "tensiones" en el procesamiento de los pagos.
Además, de Cos destacó el riesgo que presenta la industria de las criptomonedas para el sector bancario.
"Un aumento de la exposición directa e indirecta de los bancos al sector de las criptomonedas aumentaría sus riesgos, tanto financieros como de reputación", dijo, admitiendo que aunque esta exposición sigue siendo limitada en la actualidad, puede crecer en el futuro.
El gobernador también planteó la preocupación de que los países emergentes sustituyan su moneda nacional por la criptomoneda, afirmando que el proceso "comprometería la autonomía monetaria" junto con la "capacidad de ejercer un control efectivo sobre los movimientos internacionales de capital".
Lo más parecido que se ha visto en el mundo ha sido El Salvador, que no ha sustituido el dólar por el bitcoin, sino que ha adoptado el bitcoin como moneda de curso legal junto con el dólar. El FMI ha instado repetidamente al país a que abandone su experimento con el Bitcoin, mientras que las agencias de crédito Moody's y Fitch han expresado su preocupación por esta política.
Además de los riesgos mencionados—denominados "financieros" por el gobernador—De Cos también planteó dos riesgos "sociales" inherentes a las criptomonedas.
En primer lugar, el gobernador citó cómo "algunos mecanismos de consenso" corren el riesgo de descarrilar los compromisos climáticos de la sociedad; el uso de energía de los sistemas de blockchain prueba-de-trabajo utilizados por criptomonedas como Bitcoin o Ethereum está bien documentado.
"También hay que mencionar los riesgos derivados del posible uso de los activos de criptomonedas para actividades ilícitas, incluido el lavado de dinero", añadió el gobernador.
A pesar de sus llamamientos a la cautela, el gobernador del Banco de España sigue siendo optimista en cuanto a que las criptomonedas podrían desempeñar un valioso papel en el sistema financiero español.
"Tenemos la sensación de que [las criptomonedas] podrían acabar siendo importantes en el sistema financiero en general", dijo de Cos, añadiendo que las criptomonedas podrían suponer beneficios como la mejora de la eficacia de los sistemas de pago, o como catalizadores para el desarrollo de nuevas tecnologías.
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