Por Scott Chipolina
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Hace días , el CEO de Tesla, Elon Musk, hizo temblar al mundo de las criptomonedas con su anuncio de que el fabricante de vehículos eléctricos ya no aceptará pagos en Bitcoin, debido a la preocupación por su impacto medioambiental.
"Estamos preocupados por el rápido aumento del uso de combustibles fósiles para la minería y las transacciones de Bitcoin, especialmente el carbón, que tiene las peores emisiones que cualquier combustible", dijo el CEO de Tesla en un tweet, añadiendo que el reciente consumo de energía de Bitcoin es "una locura".
En su tuit, Musk reafirmó su fe en las criptomonedas como algo "bueno" y anunció que Tesla está estudiando otras criptomonedas que utilizan menos del 1% de la energía de Bitcoin por transacción.
En los últimos siete años, la posición de Musk sobre Bitcoin ha pasado de la curiosidad a la adopción a gran escala, por lo que su decisión ha sido una sorpresa para los defensores de Bitcoin, muchos de los cuales se han acostumbrado a tener a Musk como uno de sus apoyos más influyentes.
La historia de Musk con el Bitcoin se remonta a marzo de 2014; preguntado por un usuario de Twitter por su postura sobre las criptomonedas, respondió con la declaración vaga: "Bueno, ahora que Satoshi Nakamoto ha sido descubierto, supongo que es caso cerrado."
Ese mismo año, en la Cumbre del Nuevo Establecimiento de Vanity Fair, el entrevistador Walter Isaacson pudo precisar la opinión de Musk sobre Bitcoin. Musk respondió que Bitcoin era "probablemente algo bueno", con la advertencia de que "va a ser principalmente un medio para hacer transacciones ilegales".
También señaló que no poseía personalmente ningún Bitcoin.
Pero pasó algún tiempo antes de que el CEO de Tesla comenzara a prestar seriamente atención a Bitcoin. En 2017, acudió a Twitter para descartar los rumores de que él era el inventor de Bitcoin, señalando que "un amigo me envió parte de un BTC hace unos años, pero no sé dónde está", y publicando alguna que otra referencia en broma a la idea de que él podría ser Satoshi Nakamoto.
En 2019, los primeros signos de un cambio en su posición surgieron cuando apareció en un podcast con la empresa de inversión tecnológica ARK Invest. Describió el Bitcoin como "bastante brillante", añadiendo que "el papel moneda está desapareciendo, y la criptomoneda es una forma mucho mejor de transferir valor que los trozos de papel, eso es seguro".
En mayo de 2020, Musk respondió a un tuit de la autora de Harry Potter, J.K. Rowling, diciendo que "la emisión masiva de moneda por parte de los bancos centrales gubernamentales está haciendo que el dinero de Internet Bitcoin parezca sólido en comparación."
Un mes más tarde, Musk fue una de las figuras mundialmente famosas cuya identidad fue tomada prestada por estafadores de criptomonedas, la última de una serie de estafas de larga duración. La criptomoneda viral recaudó alrededor de $2 millones de dólares en solo dos meses.
Pero eso resultó ser solo un bache en el camino, ya que Musk siguió expresando su apoyo a la criptomoneda insignia. En diciembre de 2020, Musk volvió a hacerlo. Tuiteó brevemente que Bitcoin era su "palabra de seguridad", antes de aclarar que estaba "bromeando".
Poco después, compartió un arriesgado meme en el que sugería que estaba tentado por la criptomoneda.
Esto marcó un punto de inflexión en la opinión de Musk sobre Bitcoin, ya que el CEO de MicroStrategy (y ferviente defensor de Bitcoin) Michael Saylor le respondió diciéndole a Musk que convirtiera el balance de $TSLA de dólares estadounidenses a Bitcoin.
Musk respondió, preguntando a Saylor si tales transacciones grandes eran "incluso posibles", con Saylor ofreciendo "compartir mi libro de jugadas con usted fuera de línea."
Un mes más tarde, Musk actualizó su biografía en Twitter con "#Bitcoin", poniendo en marcha una tendencia que vio cómo famosos YouTubers y estrellas de la NFL seguían el ejemplo del CEO de Tesla. Un estudio publicado por el Blockchain Research Lab mostró que las reflexiones públicas de Musk habían hecho subir el precio del Bitcoin un 18,99%.
En febrero de 2021, Musk apareció en la plataforma de medios sociales de audio Clubhouse, y si no estaba ya claro, confirmó que era partidario de Bitcoin. "Bitcoin es algo bueno", dijo, añadiendo que había llegado "tarde a la fiesta".
Ese mismo mes, Musk puso su dinero donde estaba su boca, supervisando la inversión de $1.500 millones de dólares de Tesla en la criptomoneda insignia. Un exultante Saylor declaró que esperaba una "avalancha de empresas" que siguieran los pasos de Tesla y, de hecho, varias añadieron Bitcoin a sus tesorerías, entre ellas la editorial de revistas TIME, la multinacional noruega Aker ASA y la plataforma de comercio electrónico latinoamericana Mercado Libre.
A finales del primer trimestre de 2021, las tenencias de Bitcoin de Tesla habían aumentado a $2.480 millones de dólares, y la empresa se deshizo de $272 millones de dólares de la criptomoneda durante el trimestre. Musk acudió a Twitter una vez más, para aclarar que el fabricante de automóviles lo había hecho "esencialmente para probar la liquidez de Bitcoin como una alternativa a mantener el efectivo en el balance", y que él personalmente no había vendido ningún Bitcoin.
En ese momento, ya el mundo de las criptomonedas había aceptado positivamente al CEO de Tesla como una de las mayores influencias para Bitcoin.
Pero no tan rápido. Aparentemente, lo único más volátil que el precio de Bitcoin es la postura de Musk sobre la criptomoneda.
Musk ha dado un golpe potencialmente fatal a su imagen como uno de los mayores defensores de Bitcoin.
Después de que Musk publicara su tweet citando las preocupaciones sobre el impacto de Bitcoin en el medio ambiente, los Bitcoiners que previamente habían cantado sus alabanzas se apresuraron a criticarlo—incluyendo a Saylor, y Anthony Pompliano, quien argumentó que Bitcoin obtiene el 75% de su energía de las energías renovables.
Jason Deane, analista de Bitcoin en Quantum Economics, dijo a Decrypt que el pensamiento de Musk es "erróneo". "Es cierto que Bitcoin utiliza un poder considerable, pero entonces también lo hace el dólar—que él sigue aceptando—y una miríada de otras industrias, incluyendo sus propias instalaciones de fabricación", añadió Deane.
Pero Musk tiene razón; Bitcoin tiene un problema de huella de carbono. Según la Universidad de Cambridge, Bitcoin consume casi 150 teravatios-hora de electricidad al año, lo que significa que si Bitcoin fuera un país, se situaría cómodamente entre los 30 primeros países del mundo por consumo de electricidad.
A pesar de que se diga lo contrario, gran parte de esta energía también procede de fuentes no renovables. De acuerdo con la Universidad de Cambridge, sólo el 39% de la energía de la minería de Bitcoin es renovable. Sin embargo, existe un desacuerdo sobre esta cifra, ya que la gestora de criptomonedas Coinshares la eleva al 77%.
Sin embargo, cuando una mina de carbón inundada en China cerró el mes pasado, la tasa de hash de Bitcoin cayó a niveles que no se veían desde noviembre de 2020, lo que indica que la red sigue dependiendo en gran medida de los combustibles fósiles como el carbón.
Se especula sobre el repentino cambio de opinión de Musk sobre el Bitcoin, que se produce apenas tres meses después de que Tesla invirtiera $1.500 millones de dólares en la criptomoneda.
"La diligencia debida de Tesla habría identificado el problema del uso de la energía y habría determinado que esto no era un factor de riesgo suficiente para impedirles comprar 1.000 millones del activo a finales del año pasado", dijo Luke Sully, CEO de Ledgermatic, a Decrypt.
Puede que Musk haya llegado a la conclusión de que Tesla no puede producir coches eléctricos con una mano y apoyar una criptomoneda perjudicial para el medio ambiente con la otra; sin embargo, según su anuncio, el fabricante de automóviles no se desprenderá de sus participaciones en Bitcoin.
En cualquier caso, con Musk habiendo caído de su elevada posición de influencia entre los fieles de Bitcoin, la comunidad notoriamente voluble estará a la caza de una nueva celebridad de la lista A.
Puede que no necesiten buscar muy lejos. A principios de esta semana, el multimillonario fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, implantó al mundo sus cabras, Max y Bitcoin.
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