Por Ekin Genç
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Una ballena anónima acaba de cambiar más de 629.000 ETH -con un valor de más de 1.300 millones de dólares al precio actual de Ethereum- al contrato Compound.
La ballena -término utilizado para designar a las entidades que poseen cantidades masivas de criptomonedas- realizó la transacción millonaria de ETH a las 07:53 UTC de esta mañana desde un monedero desconocido.
La cartera receptora de los ETH es el contrato inteligente de Compound, un protocolo de finanzas descentralizadas (DeFi) que permite a los comerciantes ganar dinero con las criptomonedas que ahorran. Es similar a poner dinero en una cuenta bancaria que devenga intereses.
Pero el remitente sigue siendo un misterio. Como la cartera no está etiquetada y la blockchain de Ethereum es seudónima, es difícil saber quién es esa persona (o grupo de personas).
Coincidiendo con el movimiento de la ballena, el precio de Ethereum ha subido por encima de los 2.000 dólares; Ethereum ha alcanzado un máximo histórico hoy de 2.152 dólares. Para realizar la transacción, la ballena pagó una tasa de gas de 0,0205 ETH, algo más de 43 dólares al precio actual de Ethereum, 2.113 dólares.
Las tarifas de gas, pagadas a los mineros para ejecutar las transacciones, son dinámicas y operan en un mercado de estilo subasta. La congestión de la red y la disponibilidad de los mineros determinan la tarifa cotizada en un momento dado, y no el valor de una transacción.
Y 43 dólares para ayudar a una ballena a mover 1.300 millones de dólares en ETH es una gota en el océano.
El contrato Compound también recibió ayer 298,7 ETH, o algo más de 627.000 dólares, de otra cartera desconocida, y 13.000 ETH (más de 27 millones de dólares) hace cuatro días. Su saldo actual es de 2.389 ETH, lo que supone algo más de 5.000 millones de dólares.
El remitente, la ballena, suele comerciar con stablecoins, no con ETH. El monedero ahora muestra un saldo de 333 ETH, cerca de 700.000 dólares.
Las stablecoins son muy utilizadas en DeFi. DeFi, o finanzas descentralizadas, es una amplia gama de protocolos financieros no custodiados, la mayoría de los cuales están construidos sobre Ethereum.
Las ballenas de ETH adoran los protocolos DeFi. Incluso hay un rastreador para seguir a las ballenas que hacen olas en DeFi. UniWhales, lanzado en septiembre, envía actualizaciones en tiempo real en Telegram sobre grandes transacciones en el intercambio descentralizado Uniswap.
Y a veces las misteriosas ballenas deciden dar la cara.
Cuando la obra de arte de Beeple se vendió a una ballena por 69,3 millones de dólares, esta se identificó con el seudónimo "Metakovan". La criptoperiodista Amy Castor reveló más tarde que su identidad era el criptoempresario Vignesh Sundaresan.
A principios de este año, varias antiguas ballenas de Bitcoin salieron de una hibernación de una década. El 24 de febrero, un centenar de Bitcoin que permanecían inactivos desde junio de 2010 se movieron por primera vez a carteras desconocidas.
Las antiguas ballenas de Bitcoin despiertan la curiosidad porque a menudo se presume que los propietarios de los antiguos monederos conocen o están relacionados de alguna manera con Satoshi Nakatomo, el misterioso creador de Bitcoin.
En el pasado, sus movimientos también hundieron el precio de Bitcoin porque el valor de los tokens se había acumulado en grandes cantidades, y cualquier venta importante conmocionaba al mercado.
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