Por Liam Frost
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El 2 de julio, el Banco de Japón (BoJ) publicó un informe en el que la institución considera los pros y los contras de la creación de una versión digital de la moneda japonesa, el yen.
En el documento, titulado "Desafíos técnicos del CBDC: la moneda digital del Banco Central como equivalente en efectivo", el Banco de Japón citó el "acceso universal" y la "capacidad de recuperación" como las principales cuestiones técnicas que deben resolverse para que el sistema funcione.
"Para que la moneda digital del banco central (CBDC) tenga una función equivalente al efectivo, es necesario preguntar: '¿Puede ser usada con seguridad en todas partes y en cualquier momento?' Así pues, es necesario establecer un método de pago seguro y considerar si es técnicamente posible tener estas dos propiedades: el acceso universal y la capacidad de recuperación", se afirma en el informe.
Entre otras cosas, el "acceso universal" implica que todo el mundo debería poder utilizar el CBDC, incluidos los niños, los ancianos y las personas que no poseen teléfonos inteligentes. Para esto último, el Banco de Japón considera la posibilidad de desarrollar varios terminales especializados.
Estos terminales, así como toda la red, también deben ser protegidos contra cortes de energía o de conexión, permitiendo a los usuarios realizar transacciones incluso en el modo offline.
"La funcionalidad es necesaria en caso de fallo del sistema o de la comunicación. Por ejemplo, para muchos terminales de pago que podrían instalarse en tiendas, etc., [...] se requiere un equipo como un generador autoalimentado para su uso en caso de un corte de energía. [Durante] los desastres naturales En Japón, donde hay mucho riesgo, hay una gran necesidad de métodos de pago fuertes", se explica en el documento.
Actualmente, el Banco de Japón no ha decidido si utilizar la tecnología de libro mayor distribuido o un marco centralizado más tradicional para su CBDC. Sin embargo, se están estudiando ambas opciones, incluida una especie de sistema híbrido, según las circunstancias.
"Tanto el tipo centralizado como el descentralizado tienen ventajas y desventajas", señaló el Banco de Japón. "En el caso de las transacciones masivas para los casos de uso al por menor en los países avanzados, es mejor adoptar el tipo centralizado. En el caso de que el volumen de la transacción sea limitado y se dé prioridad a la capacidad de recuperación y a la posibilidad futura, hay margen para considerar el tipo descentralizado".
Según el informe, otro aspecto importante de un CBDC es su cumplimiento de las normas contra el blanqueo de dinero (AML) y la lucha contra la financiación del terrorismo (CFT).
"Además de estos desafíos técnicos, los CBDC deben ser considerados en el contexto de garantizar la seguridad. El marco de la lucha contra el blanqueo de dinero y la financiación del terrorismo está diseñado para proporcionar un conjunto completo de salvaguardias para proteger la privacidad de los usuarios de la lucha contra el blanqueo de dinero/СFT", se explica en el informe.
Con este fin, el Banco de Japón considera limitar la cantidad máxima de fondos que pueden ser transferidos a través de una sola transacción utilizando el CBDC.
Como informó anteriormente Decrypt, el 80% de los bancos centrales del mundo están explorando la perspectiva de las monedas digitales, y el vicegobernador del Banco de Japón declaró a principios de este año que la demanda pública de un CBDC podría "dispararse" en el país.
Otros países asiáticos que están trabajando en los CBDC son Corea del Sur y China, cuyo sistema de DCEP - "moneda digital, pago electrónico"- lleva seis años de desarrollo y podría estar ya en fase de prueba.
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