Por Ryan Ozawa
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Días después de que se informara ampliamente de que se encontraba "de buen humor" en la prisión de Fox Hill, se espera que el fundador de FTX, Sam-Bankman Fried, dé marcha atrás en sus planes de luchar contra la extradición de Bahamas.
Se espera que el equipo legal del ex ejecutivo se presente el lunes ante el tribunal bahameño para renunciar a su notificación anterior, que se produjo cuando se le denegó la libertad bajo fianza y se fijó una audiencia de extradición para el 8 de febrero. La noticia fue comunicada en primer lugar por Reuters, y posteriormente confirmada de forma independiente por múltiples medios de comunicación.
Sam Bankman-Fried se enfrenta al menos a ocho cargos penales en Estados Unidos, entre ellos fraude electrónico y conspiración para cometer lavado de dinero. La Comisión de Bolsa y Valores le acusó por separado de orquestar un plan para defraudar a inversores en acciones de FTX.
La extradición de personas localizadas en el extranjero puede tomar muchos meses o incluso años, de acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos. "Incluso si no hay impedimentos legales inmediatos para la extradición, puede tomar muchos meses o incluso muchos años para que la solicitud de extradición sea escuchada por los tribunales", señaló.
El Washington Post citó a "un funcionario de prisiones que interactúa con él de forma habitual", quien dijo que Bankman-Fried era "un poco arrogante" pero que "un buen tipo" que estaba "terriblemente asustado". La fuente dijo que puede que ahora esté listo para "enfrentarse a la música".
Conocido por su devoción a una dieta vegana, Bankman-Fried describió sus preferencias alimentarias y sus necesidades de medicación con receta en su infructuosa solicitud de fianza de 250.000 dólares. Pidió a los funcionarios de prisiones que le permitieran recibir comidas veganas, aunque las restricciones del COVID siguen prohibiendo las visitas.
Las autoridades de Bahamas afirmaron el jueves que Bankman-Fried no estaba recibiendo ningún trato especial en el centro, la única prisión del gobierno, con una capacidad de 1.000 reclusos que se supera con frecuencia.
Una evaluación de los derechos humanos realizada por el Departamento de Estado de EE.UU. en 2021 señaló que las condiciones en Fox Hill eran "duras" debido al "hacinamiento, la mala alimentación, el saneamiento inadecuado y la atención médica insuficiente."
"Las celdas estaban infestadas de ratas, gusanos e insectos", señalaba el informe. "Los presos informaron de un acceso poco frecuente a comidas nutritivas y largos retrasos entre las comidas diarias".
Bankman-Fried lleva cuatro días en Fox Hill, pero ha permanecido en la enfermería de la prisión para ser evaluado. No está claro cuándo se le asignará y trasladará a su celda habitual. El informe del departamento de estado señalaba que las celdas de máxima seguridad para hombres medían aproximadamente 1,80 por 1,80 metros y tenían capacidad para seis personas, sin colchones ni aseos.
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