Por Scott Chipolina
2 min lectura
Los hackers se enfrentarán a nuevas sanciones penales y al endurecimiento de las penas por los ataques de ransomware, según The Australian.
La noticia se produce tras una operación de la Policía Federal Australiana para frenar un aumento récord de los ataques de ransomware en 2020, que supuestamente costaron a la economía australiana $1.400 millones de dólares australianos (aproximadamente $1.000 millones de dólares estadounidenses).
"Las bandas de ransomware han atacado a empresas, particulares e infraestructuras críticas en todo el país", declaró Karen Andrews, ministra del Interior. "Robar y retener información privada y personal para pedir un rescate cuesta a las víctimas tiempo y dinero, interrumpiendo vidas y las operaciones de las pequeñas empresas", añadió.
Andrews dijo que el principal objetivo de estas medidas es disuadir y castigar a los ciberdelincuentes.
"Nuestras nuevas y estrictas leyes se centrarán en esta delincuencia en línea y golpearán a los ciberdelincuentes donde más les duele: sus saldos bancarios", dijo.
Según The Australian, las medidas incluyen delitos para las personas que intenten atacar infraestructuras críticas, así como la penalización del uso de datos robados.
La compra y venta de los programas maliciosos utilizados en los ataques de ransomware, y una reforma de la legislación vigente para agilizar el modo en que las fuerzas del orden recuperan los fondos robados también formarán parte del nuevo enfoque de Australia.
La relación entre el ransomware y las criptomonedas ha tomado protagonismo este año.
Los ataques de ransomware de alto perfil que afectaron a JBS USA Holdings Inc. y a Colonial Pipeline fueron parte del renovado escrutinio sobre el papel que juegan las criptomonedas en los ataques de ransomware.
JBS, que maneja aproximadamente el 20% de la carne de Estados Unidos, pagó $11 millones de dólares en Bitcoin a los atacantes del ransomware, mientras que Colonial Pipeline pagó también una fuerte cantidad de dinero en Bitcoin para resolver el ataque del ransomware.
El gobierno de Biden, en respuesta, se ha tomado muy en serio la amenaza del ransomware, ofreciendo incluso recompensas en criptomonedas a los informantes de la web oscura que entreguen información sobre los hackers.
También hay rumores de una orden ejecutiva sobre las criptomonedas que instruiría a varias agencias del gobierno estadounidense para estudiar la industria y hacer recomendaciones en áreas como la regulación financiera, la innovación económica y la seguridad nacional.
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