Por Liam J. Kelly
3 min lectura
Tras la noticia de que se van a tomar medidas enérgicas contra la minería de Bitcoin en China, el gobierno provincial de Mongolia Interior ha propuesto que quienes infrinjan las nuevas ordenanzas sean incluidos en la "lista negra" del sistema de crédito social del país, según los informes locales.
Esto significa que los mineros ilegales de Bitcoin dentro de la provincia china, si son atrapados, se enfrentarían a un acceso limitado a productos financieros, bloqueos a los viajes al extranjero, y más, según las fuentes.
El informe indica que el castigo se aplicaría no sólo a los individuos, sino también a los proveedores de servicios en la nube, las empresas de Internet e incluso los cibercafés que minan ilegalmente criptomonedas.
La minería de Bitcoin en China se ha convertido en una actividad muy popular últimamente debido al alto precio de la criptodivisa. A cambio de hacer funcionar equipos informáticos que consumen mucha energía, los "mineros" -el grupo distribuido de individuos que ayudan a asegurar la red- pueden ganar recompensas en Bitcoin por verificar transacciones. La probabilidad de obtener esta recompensa es proporcional a la potencia total de procesamiento de la red Bitcoin, también conocida como hash rate.
Por lo tanto, una operación de minería que ordena una gran cantidad de la tasa de hash de la red disfrutará de una mayor cantidad de las recompensas de la red en Bitcoin. Esta actividad, sin embargo, consume una enorme cantidad de energía y ha estado en el centro de un acalorado debate sobre el futuro "verde" del criptoactivo. Ayer mismo, por ejemplo, el CEO de Tesla, Elon Musk, tuiteó que había hablado con los "mineros norteamericanos de Bitcoin" en un intento de abordar estas preocupaciones.
Los comentarios de Musk fueron seguidos por una declaración de Michael Saylor, CEO de la empresa de software en la nube MicroStrategy, en la que afirmaba haber ayudado a organizar una reunión entre Musk y los responsables de varias empresas mineras estadounidenses. El resultado fue la formación de un "Consejo de Minería de Bitcoin" para buscar iniciativas de energía limpia.
Mientras tanto, China está adoptando una táctica decididamente diferente para abordar estas preocupaciones medioambientales. Gracias a la energía barata disponible en ciertas provincias, Mongolia Interior, Sichuan y Xinjing se han convertido en puntos calientes para la minería de Bitcoin. Esta energía ha sido principalmente alimentada por carbón, que es una de las razones declaradas detrás de la represión de Pekín sobre la minería de criptomonedas en el país.
Mongolia Interior es la primera provincia de China que respondió directamente a las peticiones de Pekín la semana pasada con respecto a la minería de Bitcoin y otras industrias contaminantes. En ese momento, el comité financiero de Pekín, supervisado por el Consejo de Estado, incluyó la minería de Bitcoin en una lista de "riesgos financieros" que pretendía controlar.
Esa fue la primera vez que el Consejo de Estado, una oficina de alto rango, se pronunció explícitamente sobre la minería de Bitcoin.
No es, sin embargo, la primera vez que Mongolia Interior ha intentado frenar la minería de Bitcoin. En marzo, la provincia anunció la prohibición de esta actividad como parte de la misión del país de lograr la neutralidad del carbono en 2060. La provincia está ahora perfilando cómo será esa prohibición, añadiendo la posibilidad de incluirla en una lista negra como medida disuasoria.
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