Por Sander Lutz
5 min lectura
Binance, el mayor exchange de criptomonedas del mundo, se encontró combatiendo acusaciones de que uno de sus empleados utilizó acceso privilegiado para impulsar la criptomoneda meme más viral del momento: Book of Memes, mejor conocida como BOME.
BOME, lanzada el jueves, rápidamente se convirtió en la favorita de los fanáticos entre los traders de criptomonedas e influencers durante el fin de semana, después de que su precio se disparara un 3.000% en cuestión de días. Solo en las últimas 24 horas, el token ha visto un volumen de operaciones sísmico de $1.830 millones, según CoinGecko.
Gran parte de ese impulso fue desencadenado por la inusual decisión de Binance de listar el token en su exchange en menos de 48 horas después de la creación de BOME. Típicamente, obtener la aprobación para negociar un token en Binance lleva varias semanas, si no meses.
Generando más controversia hubo una enorme transacción de BOME realizada poco antes de la cotización de la moneda en Binance, la cual luego obtuvo ganancias sustanciales con el evento. Justo horas antes de que BOME ganara exposición a más de 170 millones de cuentas en Binance, un trader de Solana compró $2,3 millones de la moneda. En cuestión de minutos, casi triplicó su valor tras el listado en Binance. La firma de análisis de datos en cadena Lookonchain fue la primera en detectar la transacción.
Las preguntas comenzaron a circular en línea: ¿Este trader sabía sobre la inminente cotización en Binance? ¿Trabajaba en Binance? ¿Y por qué Binance listó BOME tan rápido?
Para el lunes, la desconfianza en torno a la situación había crecido hasta el punto en que Binance sintió la responsabilidad de responder.
A mediodía en Asia, la cuenta de Twitter en chino de Binance publicó una respuesta a lo que llamó el incidente del "supuesto almacén de ratas BOME" -una abreviatura de las crecientes acusaciones de que alguien dentro de la empresa podría haber utilizado información privilegiada para beneficiarse de la cotización de BOME- o garantizarla en primer lugar.
"Tomamos esta información muy en serio e iniciamos de inmediato una investigación interna basada en pistas relevantes", anunció el exchange. "Según los resultados de nuestra investigación preliminar, la persona mencionada en la información relevante no tiene conexión con Binance."
En la publicación, Binance también se comprometió a erradicar la corrupción potencial en sus filas, ofreciendo pagar recompensas entre $100.000 y $5 millones por información sobre cualquier actividad ilegal o antiética por parte de los empleados del exchange.
En lo que respecta al asunto de "BOME almacén de ratas", la publicación parece sugerir que Binance solo investigó si el beneficiario de la compra masiva de BOME antes de la cotización era un empleado de Binance.
Decrypt se puso en contacto con Binance para preguntar si la empresa también está investigando actualmente, cómo y por qué se aprobó tan rápido la cotización de BOME y por quién, pero no recibió una respuesta inmediata.
La empresa no revela su proceso de evaluación para listar tokens, una política que, a la luz de eventos como el de hoy, parece ser una mayor preocupación para algunos en comparación con las acusaciones aisladas de operaciones con información privilegiada.
Mientras la identidad de la ballena de BOME sigue siendo desconocida, una cosa que es segura es que aún no han abandonado el barco, al menos por ahora. En el momento de escribir esto, el usuario de Solana todavía conserva los 314 millones de tokens BOME que compró el viernes, incluso aunque el token ha caído sustancialmente desde su pico posterior a la cotización.
BOME ha bajado más del 36% en las últimas 24 horas, a poco más de un centavo en el momento de escritura. Aun así, sigue un 55% más alto que cuando la ballena anónima invirtió antes del fin de semana. El usuario ha tenido varias oportunidades en los últimos dos días para cobrar sus ganancias y sacar millones del mercado.
Editado por Ryan Ozawa.
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