Por Jason Nelson
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Los creadores del navegador de Internet centrado en la privacidad Brave se suman a una serie de empresas amigables con las criptomonedas que se unen al movimiento de la inteligencia artificial, con el lanzamiento de Leo, una herramienta de IA generativa que utiliza el modelo de IA de Anthropic. Leo ya está disponible en la versión web del navegador Brave y pronto habrá una versión para dispositivos móviles.
Según Brave, Leo puede traducir, analizar y reescribir páginas, brindando más funcionalidad de IA al popular navegador. Brave ya incluía una función de IA llamada Summarizer, que se ejecutaba dentro de las búsquedas de Brave para proporcionar respuestas relevantes y concisas.
"Probamos varios sistemas y Anthropic fue la mejor opción para este lanzamiento inicial debido a su velocidad y habilidades conversacionales avanzadas", dijo Brian Bondy, CTO y cofundador de Brave, a Decrypt, agregando que Anthropic utilizó la API de búsqueda de Brave para entrenar y optimizar su último modelo, Claude 2.
Leo, según Bondy, está diseñado con flexibilidad en mente y permite que se ejecuten diferentes modelos. Con la suscripción mensual de $15 de Leo Premium, los usuarios de Brave pueden acceder a Claude Instant y al Llama 2 70B de Meta, para empezar.
"Creemos que se ofrecerán más modelos con el tiempo y que los usuarios deberían poder elegir entre ellos", dijo Bondy.
Bondy dijo que Leo es más que una simple interfaz de chat, también es un compañero que ayuda a comprender la web y funciona sin grabar las conversaciones de los usuarios ni utilizar las entradas de los usuarios para entrenar su modelo de IA.
"Leo 'entiende' la página actual que estás visitando, es lo más parecido a hablar directamente con el autor", dijo Bondy. "Leo puede analizar y razonar de forma independiente sobre las páginas, sin los sesgos del autor".
Según explicó Bondy, Leo también puede analizar páginas detrás de cortafuegos, muros de pago y contenido no disponible de otra manera.
En septiembre, OpenAI, el creador de ChatGPT, anunció el regreso de su función "Navegar con Bing" después de haberla desactivado a principios de este año, cuando se descubrió que los suscriptores de ChatGPT Plus utilizaban la función para evadir los muros de pago.
Bondy dijo que Leo prioriza la privacidad del usuario: las conversaciones no se almacenan y las entradas son anónimas, además de que no se necesitan iniciar sesión y las suscripciones premium no se pueden vincular. Para evitar un uso indebido, Bondy dijo que Leo censura las respuestas perjudiciales y se negará a responder lo que se considere ilegal o peligroso, según las políticas de Anthropic y Brave.
Los expertos llevan mucho tiempo advirtiendo que la IA generativa tiene la costumbre de inventar hechos, también conocidos como alucinaciones, y responder con respuestas que podrían promover trastornos alimentarios e incluso ayudar en la planificación de un ataque biológico terrorista.
Según Bondy, las mejoras futuras incluyen explorar cómo integrar Leo con Brave Rewards y un motor de recomendación, vincular las respuestas de Leo a palabras clave destacadas con Brave Search, integrar a Leo con Brave Wallet para consultas Web3 y conectarse a Brave News para una mejor curación de contenido.
"Esto demuestra cómo el navegador, como agente de usuario y superaplicación, es la plataforma definitiva para la IA", dijo.
La proliferación de modelos de IA en el mercado se ha comparado con una carrera armamentista, con desarrolladores e inversores de IA compitiendo por ser el nombre dominante en la IA convencional. Los gigantes tecnológicos Microsoft, Google y Amazon han gastado conjuntamente varios miles de millones en IA generativa en el último año.
Mientras que ChatGPT de OpenAI se ha convertido en el estándar por el cual se miden los chatbots de IA, los inversores han comenzado a invertir dinero en Anthropic, posiblemente su rival más cercano.
En septiembre, Amazon anunció una inversión de $4.000 millones en Anthropic; esto fue seguido en octubre por Google que aumentó su apuesta por Anthropic con una inversión de $2.000 millones en el desarrollador de IA.
Editado por Ryan Ozawa.
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