Por Tim Hakki
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El sindicato de escritores británicos, la Society of Authors (SoA), ha emitido pasos prácticos para los profesionales que buscan protegerse contra una serie de efectos potencialmente adversos de la inteligencia artificial, ya que la tecnología impacta en las industrias creativas.
La guía cubre principalmente el uso contractual del trabajo original de los autores por parte de las editoriales y las compañías de producción. Se pide que los escritores sean conscientes de cualquier derecho sobre su trabajo o imagen que puedan estar renunciando en sus contratos.
Se advierte a los intérpretes y narradores de audiolibros que tengan en cuenta que, al permitir la copia de su voz, podrían comprometer potencialmente su trabajo futuro al permitir inadvertidamente que los sofisticados sistemas de modelado del habla sustituyan las interpretaciones.
La SoA pide a los escritores que presten atención a los términos contractuales de uso de su trabajo, cuánto tiempo se almacenará, a quién se permitirá el acceso, si se editará/manipulará y si existen mecanismos para revertir estos términos si las cosas salen mal.
La guía también aconseja no permitir que los editores "hagan uso sustancial de la IA para cualquier propósito en relación con su trabajo" sin consentimiento. Luego enumera propósitos como la corrección de pruebas, la indexación, la traducción y la verificación de hechos y afirma que hay "preguntas sobre el nivel actual de experiencia que ofrece la IA".
Finalmente, la SoA advierte que el trabajo almacenado en servicios como la nube puede ser utilizados en el desarrollo y entrenamiento de algoritmos de aprendizaje automático.
La inteligencia artificial es una creciente preocupación para los escritores de todo el mundo. En los Estados Unidos, se ha convertido en uno de los puntos clave de controversia en la huelga en curso del Sindicato de Escritores de América.
El WGA ha propuesto que se regule el uso de la IA en proyectos cubiertos por el MBA, incluyendo disposiciones contra la escritura o reescritura de material literario por parte de la IA, el uso de la IA como material fuente y el uso de material cubierto por el MBA para entrenar a la IA. La Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP) rechazó la propuesta.
El guionista y productor de televisión Josh Friedman desestimó la IA como una "máquina de plagio", mientras que la actriz y científica informática Justine Bateman recurrió a Twitter para advertir que la IA en las industrias creativas debe ser abordada "ahora o nunca". Bateman agregó "creo que esta es la última vez que cualquier acción laboral será efectiva en nuestro negocio".
Esta semana, Japón tomó una postura temprana sobre el asunto cuando un miembro parlamentario del partido de oposición principal aclaró durante una reunión del Comité de Supervisión Financiera de Japón que el uso de conjuntos de datos para entrenar modelos de IA no viola la ley de derechos de autor japonesa. Esto significa que los entrenadores de IA pueden recopilar datos públicos sin necesidad de permiso de los propietarios.
Los riesgos no han impedido que artistas de otros campos creativos adopten la tecnología y utilicen su producción para entrenar modelos de IA. La estrella de electro-pop y creadora de NFT, Grimes, recientemente ofreció una división de regalías equitativa a cualquiera que use su voz para crear un éxito generado por IA. Su propuesta también despertó el interés del cantante de Avenged Sevenfold, M. Shadows, quien llamó a la IA una "herramienta increíble" para los músicos.
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