Por Andrew Asmakov
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La senadora demócrata de Massachusetts Elizabeth Warren ha vuelto a saltar a la palestra por sus comentarios sobre el sector de las finanzas descentralizadas (DeFi), que está creciendo rápidamente, y el papel de las stablecoins en este nicho.
En una comparecencia ante el Comité de Banca, Vivienda y Asuntos Urbanos del Senado el martes, Warren describió las stablecoins como "la sangre del ecosistema DeFi", donde se utilizan para comerciar entre diferentes monedas, así como para prestar y pedir dinero prestado fuera del sistema bancario regulado.
Las stablecoins son criptodivisas que pretenden estar vinculadas 1:1 a monedas fiduciarias como el dólar estadounidense, lo que significa que, a diferencia de Bitcoin o muchas otras criptodivisas del mercado, se supone que sus precios se mantienen estables.
Warren también afirmó que las stablecoins suponen un riesgo para los consumidores y la economía porque están "apuntalando una de las partes más turbias del mundo de las criptomonedas, DeFi, donde los consumidores están menos protegidos de ser estafados."
Según Warren, DeFi "es donde la regulación está efectivamente ausente y -no es una sorpresa- es donde los estafadores y los tramposos y los timadores se mezclan entre los inversores a tiempo parcial y los operadores de cripto por primera vez."
"Nuestros reguladores tienen que ponerse serios para tomar medidas drásticas antes de que sea demasiado tarde", dijo.
En la misma audiencia, el compañero de partido de Warren, el senador Sherrod Brown, calificó las stablecoins de "dinero mágico", diciendo que no están descentralizadas ni son transparentes.
"Si pones tu dinero en stablecoins, no hay garantía de que lo vayas a recuperar", advirtió el senador de Ohio.
Los últimos comentarios de la senadora Warren sobre las DeFi y las stablecoins son sólo el último episodio de sus continuas críticas a la industria de las criptomonedas en general.
En julio, Warren envió una carta a la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, pidiendo una mayor supervisión de la industria de las criptomonedas.
"Todas las señales de advertencia son intermitentes", dijo Warren en ese momento. "El bombo, la volatilidad, las afirmaciones descabelladas que resultan ser falsas. A medida que el mercado de las criptomonedas crece, también lo hacen los riesgos para nuestra estabilidad financiera y nuestra economía."
A principios de este mes, en consonancia con la narrativa popular sobre el cambio climático, también apuntó a la empresa minera de Bitcoin con sede en Nueva York, Greenidge Generation, planteando preocupaciones sobre su impacto en el medio ambiente.
Antes de eso, en una entrevista con la CNBC, Warren declaró que "una de las cosas más fáciles y menos perturbadoras que podemos hacer para luchar contra la crisis climática es tomar medidas enérgicas contra las criptodivisas que desperdician el medio ambiente".
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