Por Mat Di Salvo
6 min lectura
A medida que Dogecoin resurge a raíz del repunte de Bitcoin, algunos pueden estar reflexionando: ¿De dónde proviene este activo? ¿Para qué sirve? ¿Y qué tiene que ver el CEO de Tesla, Elon Musk, con todo esto?
El auge de la moneda meme original se debe en gran parte al hombre más rico del mundo. La obsesión de Musk por los memes ayudó a impulsar la moneda al top 10 de criptomonedas con mayor capitalización del mercado.
Ha sido un viaje alocado en los últimos años, culminando en el nombramiento de Musk como co-líder de una agencia gubernamental llamada D.O.G.E.—Sí, leíste bien. Aquí te explicaremos como comenzó todo.
Dogecoin es la mayor y más antigua memecoin y la segunda criptomoneda más grande de prueba de trabajo. Fue creada en 2013 como una broma hacia Bitcoin por los desarrolladores Billy Markus y Jackson Palmer.
La idea era burlarse de la gran cantidad de altcoins y proyectos de criptomonedas que ingresaban al mercado tras el rápido ascenso de Bitcoin, y la moneda disfrutó de una relativa oscuridad y un bajo precio durante sus primeros años.
Pero luego llegó Musk. El excéntrico multimillonario pidió a Palmer en un tweet de 2018 que ayudara con el problema del bot de Twitter. Los estafadores habían creado una serie de cuentas falsas de alto perfil, incluida la de Musk, para promover estafas de criptomonedas. Las estafas generalmente publicaban sorteos falsos de Ethereum.
Fue el primer interés real que Musk mostró en Dogecoin.
Musk comenzó a impulsar Dogecoin al año siguiente. “Dogecoin podría ser mi criptomoneda favorita,” escribió en abril de 2019, en respuesta a una captura de pantalla de una encuesta de la cuenta oficial de Dogecoin que preguntaba quién debería ser el CEO de la criptomoneda. “Es bastante genial.”
La publicación sería la primera de muchas que causarían que el valor del activo se disparara. Poco después del primer tuit de Musk sobre Dogecoin, la capitalización de mercado de la moneda alcanzó los $400 millones y el exchange de criptomonedas Huobi la incluyó en su listado.
Sin embargo, Musk siendo Musk, no se detuvo ahí: Se autodenominó brevemente CEO de Dogecoin en Twitter antes de seguir publicando tweets preguntando si la moneda es "realmente una forma válida de moneda" o publicando memes asociados con el perro de la moneda original.
Musk continuó impulsando el precio de Dogecoin aquí y allá con sus tweets, pero las cosas realmente se pusieron en marcha durante la corrida alcista de 2021. Importantes exchanges como Coinbase Pro listaron Dogecoin y el activo desarrolló un mayor seguimiento de culto, sin mencionar la creciente conciencia general.
DOGE ha alcanzado una capitalización de mercado mayor que muchas empresas en el S&P 500. Y los desarrolladores le dijeron exclusivamente a Decrypt que habían estado trabajando secretamente con Musk desde 2019 para hacer que la moneda sea un método de pago válido y una alternativa más ecológica y económica que Bitcoin.
Pero las cosas se pusieron más extrañas cuando Musk se autodenominó el "Dogefather" antes de un sketch de "Saturday Night Live" sobre la criptomoneda, lo que nuevamente hizo que el precio del activo se disparara. En ese momento, DOGE alcanzaría su precio máximo histórico de alrededor de $0,73.
La aparición de Musk en "SNL" resultó ser decepcionante para los fans de Doge, con las alusiones del jefe de SpaceX y su madre a la moneda que finalmente hicieron bajar su precio. Aun así, continuó llevando el extraño mundo de las memecoins a la corriente principal.
Más tarde ese año, Musk anunció que su compañía de cohetes, SpaceX, lanzaría un satélite a la luna, completamente financiado por la criptomoneda.
La locura de Doge continuó en 2022 cuando la compañía de automóviles de Musk comenzó a aceptar Dogecoin para mercancía.
Dogecoin continuó experimentando aumentos de precio cuando Musk compró Twitter y lo renombró como X, insinuando que también se convertiría en una plataforma de pagos que podría, eventualmente, integrar la criptomoneda meme original.
Sin embargo, las cosas se le complicaron a Musk más tarde ese año, cuando un hombre estadounidense demandó al multimillonario, a Tesla y SpaceX por $258.000 millones por supuestamente promocionar Dogecoin, un activo sin "ningún valor en absoluto", según la demanda original.
Pero Musk y sus abogados lograron una victoria este año cuando un juez se puso de su lado y desestimó la demanda, calificando los tweets del empresario tecnológico sobre Dogecoin como "aspiracionales y fanfarronería", y señalando que "ningún inversor razonable podría confiar en ellos".
Dogecoin tuvo un 2023 relativamente tranquilo, pero la criptomoneda meme ha aumentado en los últimos meses tras el apoyo de Musk a la campaña del republicano Donald Trump para la presidencia de EE.UU.
Esto se debe en gran parte a que Trump dijo que Musk lideraría una comisión de eficiencia gubernamental antes de ser votado de nuevo en el poder; Musk afirmó que el departamento se llamaría Departamento de Eficiencia Gubernamental, un acrónimo que coincide con el ticker de Dogecoin.
Cada vez que Musk mencionaba su futuro papel político con el llamado D.O.G.E. antes de las elecciones, el precio de Dogecoin subía.
Pero antes de la sorprendente victoria electoral de Trump la semana pasada, Musk reveló lo que probablemente ha pensado todo el tiempo: que no está seriamente interesado ni involucrado en Bitcoin, Dogecoin o cualquier criptomoneda. Simplemente, le gusta la memecoin.
“En realidad no estoy activamente involucrado en cripto,” dijo en un mitin. “Hago chistes sobre Dogecoin y cosas así porque simplemente me gusta Dogecoin, porque tiene el mejor sentido del humor y tiene perros y memes, y amo todas esas cosas.”
Sin embargo, el precio de Dogecoin se disparó esta semana, alcanzando un precio máximo de aproximadamente $0,43 en tres años. Y el martes por la noche, el presidente electo Trump finalmente hizo oficial que Musk, junto con el emprendedor experto en Bitcoin, Vivek Ramaswamy, liderarían el departamento de la nueva administración
Trump está incluso vendiendo camisetas mostrándose a sí mismo y a Musk junto con una obra de arte al estilo de Doge.
Editado por Andrew Hayward
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