Por Will McCurdy
3 min lectura
La Comisión de Valores de las Bahamas ha confirmado que aún conserva activos de FTX por valor de 3.500 millones de dólares, de los que tomó posesión a principios de noviembre, poco después de que la fallida bolsa de criptomonedas se declarara en quiebra.
La comisión dijo que los activos permanecerán almacenados en sus carteras digitales hasta que el Tribunal Supremo de Bahamas les ordene distribuirlos a los clientes y acreedores de la extinta plataforma o hasta que reciban claridad sobre cómo se gestionará la insolvencia de la empresa.
Las cifras anteriores se basan en los precios de mercado en el momento de la transferencia, el 12 de noviembre. Estas cifras han cambiado significativamente desde entonces.
Además, la Comisión confirmó que determinó el mes pasado que la "disipación inminente" de los activos digitales era un "riesgo significativo" debido a los informes que habían estado circulando sobre un ataque cibernético a FTX alrededor del tiempo. Estos informes indicaban que los empleados de FTX no podían acceder al sistema Amazon Web Services de la empresa.
FTX sufrió un ataque de origen desconocido -donde un hacker se apoderó de criptomonedas por un valor estimado de 650 millones de dólares- poco después de que salieran a la luz los problemas financieros de la empresa, que se acogió al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras.
El papel de los reguladores de Bahamas en el escándalo de FTX no ha estado exento de críticas.
A principios de este mes, en un tribunal de Delaware, un grupo de abogados que representan a FTX solicitaron al juez John Dorsey que denegara una petición de los reguladores de Bahamas para que se les concediera acceso a los sistemas basados en la nube de la división estadounidense, que podrían incluir datos de sus cuentas de Google, Slack y Amazon Web Services.
En una presentación judicial, los abogados dijeron que esta solicitud de acceso "no está justificada y presenta riesgos de seguridad masivos e injustificables para los Deudores, sus activos, sus clientes y acreedores", agregando que el gobierno de Bahamas no logró "identificar ninguna base que justifique su solicitud de expedición."
Los abogados de FTX también alegaron que "no han recibido nada más que un muro de piedra; una negativa total a proporcionar cualquier tipo de información, incluida una contabilidad de los activos desviados" hasta ahora en sus conversaciones con los organismos reguladores de los estados insulares.
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